La gamificación es una metodología muy eficaz para motivar el aprendizaje. Jorge González, profesor de Música en el colegio Patrocinio de San José de Madrid, nos cuenta la experiencia que desarrolló en su clase: un pasapalabra para aprender música.
Crear recursos innovadores con los que nuestros alumnos sientan que aprender es divertido es uno de los retos a los que los docentes nos enfrentamos a la hora de que que nuestras asignaturas despierten la curiosidad, el interés por aprender, sean atractivas y, en definitiva, contribuyan a crear un clima de trabajo positivo y proactivo que favorezca la cooperación entre los estudiantes.
Gracias a las plataformas educativas pensadas para la gamificación, podemos utilizar y crear nuestras propias actividades educativas multimedia adaptándolas a diferentes materias y grados de complejidad.
Las TIC, grandes aliadas en el proceso
Para trabajar cada unidad durante la asignatura de Música, utilizamos nuestro propio blog de música donde complementamos el trabajo de clase con esquemas, mapas conceptuales y, sobre todo, audiciones que harán que cada uno de los contenidos de la asignatura sean comprendidos, vinculados a contextos reales y asimilados fácilmente.
En este sentido, es labor del docente contribuir a crear un ambiente innovador seleccionando los recursos metodológicos y tecnológicos que mejor se adapten al grupo, al nivel y tipo de contenido que se esté trabajando con el fin de que el grupo logre el objetivo del aprendizaje y éste resulte ameno.
Un Pasapalabra musical
Como complemento a la unidad en la que los alumnos indagaron en el origen del jazz y descubrieron que la música que escuchamos en la actualidad tiene sus bases en el siglo pasado, hemos utilizado un recurso innovador: un Pasapalabra que nos ha servido para comprobar que los alumnos tenían todos los conceptos claros, habían comprendido la evolución de los estilos y vinculaban a los principales representantes del Jazz, Rock y Pop con sus estilos.
En este recurso los alumnos disponen de 10 minutos para resolver un rosco con preguntas. Cada pregunta está asociada a una letra determinada del alfabeto. La respuesta puede empezar por esa letra o contenerla. Tras escribirla, verán si es correcta o no y, en caso de duda, pasar palabra.
Un ejemplo de pregunta podría ser:‘Principal representante del estilo rock and roll, estilo que surge de la fusión del blues afroamericano y la música de los jóvenes blancos’. La respuesta es: Elvis Presley.
Los alumnos percibirán si han comprendido bien todas las explicaciones o, si por el contrario, necesitan resolver dudas. Una vez finalizado el rosco, tendrán un feedback completo sobre el tiempo que han tardado, el número de respuestas correctas y erróneas, y acceso a un solucionario.
Aunque se trata, sin duda, de un recurso innovador y motivador, el verdadero valor de esta herramienta está en que fomenta la interacción de los estudiantes, la capacidad de síntesis, de asimilar conceptos, de extracción de ideas fundamentales, mejora la atención y favorece que los conceptos sean recordados por más tiempo ya que se están empleando, simultáneamente, la memoria conceptual y visual.