Iniciamos una recopilación de buenas prácticas en las que los alumnos de educación especial son los protagonistas. ¿Nos cuentas tu proyecto?
Educación especial
1. Las TIC me hacen más autónomo
Docente en el Instituto de Psicopediatria Dr. Quintero Lúmbreras (Madrid), Ana Isabel Loné Areces trabaja con alumnos que tienen necesidades educativas especiales y necesitan apoyos. A este respecto, uno de los apoyos más utilizados son las TIC porque se convierten en un medio para promover mejoras en el desarrollo de competencias significativas de estos alumnos. “El objetivo propuesto es utilizar las TIC como recurso para mejorar sus hábitos de autonomía”, explica. Como herramienta, esta docente utiliza una tableta Android y aplicaciones como PicAlarms: es gratuita y permite incluir imágenes, pictogramas y grabaciones para facilitar la comprensión visualmente de lo que tiene que hacer el estudiante. También se encuentra Assist- Task, que se basa en códigos QR para la identificación de tareas; PictogramAgenda, con la que generar una agenda que le permita saber las actividades a realizar durante el día; para la mejorar la comprensión del tiempo está Kids Timer y para la generación de actividades aplicaciones de autor como Notebook y Picaa…
2. Robótica y aprendizaje en el niño sordo (ventajas en el desarrollo del lenguaje y la audición)
Desde hace años -dentro de la metodología verbotonal- trabajamos todos los aspectos del lenguaje a través de diferentes herramientas de enseñanza como por ejemplo los audiovisuales (para vocabulario y estructuras) o los recorridos (un niño tenía que pensar cómo llegar de un sitio a otro dando órdenes a otro compañero que tenía que llegar al destino correcto). Empleamos la robótica (también recurrimos a la programación) y trabajamos en Infantil y en Primaria a través de Blue Blot. Los alumnos muestran una gran motivación. Por Noelia Cebrian Marta del Colegio La Purísima para Niños Sordos (Zaragoza).
3. Programa ABC para alumnos sordos
El Instituto Infante Don Juan Manuel (Murcia) brinda al alumnado sordo el Programa ABC. Se trata de un proyecto en el que participan nueve profesores de diferentes especialidades que emplean la lengua de signos como lengua vehicular en el proceso de enseñanza y aprendizaje de estos estudiantes. Dicho programa, por otro lado, ha permitido que el 100% de ellos superasen las pruebas de Acceso a la Universidad. Francisco Martínez y Rubén Nogueira, docentes en este centro, inciden en que los alumnos que participan en el Programa ABC logran los mismos objetivos que el resto de sus compañeros oyentes.
Además, destacan el papel que desempeña la lengua de signos a la hora de aprender otras lenguas: “Es fundamental que dispongan de un sistema de comunicación fluido, un instrumento lingüístico adecuado para abordar el aprendizaje de una segunda o tercera lengua. En nuestro caso, el Programa ABC apuesta por utilizar la lengua de signos española como lengua funcional que proporciona un razonamiento verbal (competencia gramatical, pragmática, etc.) a los alumnos y contribuye a que manejen otras lenguas más allá de la mera traslación palabra por palabra, o de conocer y pronunciar una serie de términos”, concluyen.
4. La lengua de signos españolas como asignatura curricular
Este próximo curso escolar, alumnos sordos y oyentes del Colegio Gaudem de Madrid y que cursen Primaria serán partícipes de una metodología de estudio bilingüe en la que convivirán la lengua oral y la lengua de signos. El objetivo de esta iniciativa se corresponde con la idea de “procurar el acceso y la participación en condiciones de igualdad de todos los estudiantes”, señala su directora Natividad Roldán. Y añade: “Nuestra experiencia educativa nos ha permitido constatar que la lengua de signos no solo favorece su desarrollo integral, sino que contribuye a que estos alumnos accedan al currículo con las mismas oportunidades lingüísticas que el resto de sus compañeros, y facilita su proceso de integración de en situaciones y actividades de la vida cotidiana y escolar”.
Recuerda además, que el porcentaje de estudiantes sordos que acceden a la etapa de Secundaria, ciclos formativos, Bachillerato o universidad crecen gracias a la inclusión de los sistemas educativos bilingües” en los que el aprendizaje de la lengua de signos y de la lengua oral van de la mano”, finaliza.