La dinámica de aprendizaje cooperativo es una metodología que implica la interacción de los alumnos y la interdependencia positiva, de manera que el progreso de cada individuo solo se da cuando hay progreso de todos los miembros del grupo. Este tipo de aprendizaje fomenta el desarrollo de habilidades sociales y el meta-aprendizaje, es decir, la reflexión sobre el propio aprendizaje. La inteligencia colectiva es exponencialmente superior a la inteligencia individual pues en ella se multiplican las aportaciones de cada uno de los individuos y se aporta una perspectiva global.
Con esta actividad, pretendimos transmitir a los estudiantes la importancia de trabajar en equipo y la idea de que cada uno de nosotros aporta una perspectiva distinta al grupo que contribuye al éxito de todos.
¿Quién es más inteligente?

¿Es más inteligente un individuo o un grupo?

Antes de comenzar, les hablamos sobre la importancia del Aprendizaje Cooperativo para que, además de trabajar junto a sus compañeros, aprendieran de ellos. También les expusimos los casos en los que un grupo no es eficiente y cómo se puede resolver esa situación. A continuación, les hicimos una pregunta muy concreta: ¿Pensáis que es más inteligente un individuo o un grupo?
El objetivo de hacer esta pregunta fue que respondiesen y expresasen su opinión porque serviría a principio de curso para conocer sus ideas previas sobre este tipo de aprendizaje.

Una actividad con varios pasos

Después de explicar la importancia de trabajar en equipo, comenzamos la actividad: repartimos una letra que formaba parte de un mismo mensaje previamente elaborado al profesor a cada alumno y les pedimos que intentasen averiguar dicho mensaje con la letra que les había tocado. Después de comprobar que era imposible, les pedimos que intentasen hacerlo uniendo junto a la suya, las letras de los compañeros de al lado y, aunque estuvieron más cerca, tampoco hubo éxito.
Dinámica de aprendizaje cooperativo
El paso que nos quedaba era intentar unir las letras de toda la clase y trabajar todos en equipo para intentar saber de qué se traba el mensaje. Una vez coloreadas todas las letras y apuntadas en la pizarra, el profesor proporcionó un folio a cada estudiante para que pudieran adivinar el mensaje entre todos.