Un buen día aparecieron en clase y por sorpresa, unos sobres con las imágenes de varias obras de arte rotas. Los pequeños las montaron para poder desvelar el misterio de su origen. Uno de los cuadros era un autorretrato de la artista Yayoi Kusama, por lo que se interesaron enseguida por averiguar quién era esa señora con el pelo de color rojo y la ropa de lunares. Tras averiguar de quién se trataba, realizamos varias actividades encaminadas a descubrir Japón: su localización en el mapa, la distancia de Navarra, la cultura japonesa, así como datos sobre la propia artista como su estilo artístico, collage, pintura y escultura.
Los alumnos y alumnas buscaron información sobre su vida y sus obras y expusieron a sus compañeros todo lo que habían averiguado, apoyándose en diferentes soportes (murales, PowerPoint, libros elaborados por ellos...) que prepararon en sus casas con la ayuda de las familias.
Proyección fuera del aula
Para hacer la experiencia más enriquecedora, visitamos el Museo Jorge Oteiza para poder ver distintas formas de arte y también para aprender qué es y cómo funciona un museo. Así, pudimos comparar los estilos tan diferentes de estos 2 artistas, utilizando rutinas de pensamiento.
Taller para padres
Una vez conseguimos tener una base teórica y suficientes conocimientos sobre la artista japonesa, su vida y sus obras, organizamos un taller para que las familias participaran junto a sus hijos e hijas.
Cada curso se ocupó de reproducir partes diferentes de la obra de Kusama.
- Aula de 2 años y 1º de Infantil: collage.
- 2º Infantil: pintura.
- 3º Infantil: escultura.
Además de estas reproducciones, en el taller realizaron obras libres, que crearon ellos mismos inspirados en las piezas que habían reproducido y siguiendo su estilo tan característico que a estas alturas del proyecto ya conocían muy bien.
Creatividad del alumnado
Como queríamos que el proyecto fuera muy creativo, los alumnos realizaron a lo largo del proyecto otras obras libres como caricaturas, autorretratos al estilo Kusama, esculturas con botellas, globos, calabazas y, con todo esto, decoramos las aulas y los pasillos del colegio, llenando el centro de color y muchos ‘polka dots’; un elemento principal del estilo de la artista.
Para terminar, como producto final, organizamos un museo en el que expusimos todos los trabajos realizados a lo largo del proyecto. Creamos, incluso, nuestra propia ‘Infinity room’ e invitamos a las familias a visitarlo para poder descubrir Japón con nosotros.
Los alumnos elaboraron unas entradas a modo de invitación y realizamos un díptico con dibujos hechos por ellos y el listado de las obras que se iban a exponer.
En el museo, cada obra de arte estaba acompañada por la información escrita y un código QR que dirigía, a través de la aplicación móvil, a unos audios que previamente habíamos grabado juntos. De esta manera, durante la visita, las familias pudieron escuchar la información referente a las diferentes obras, directamente de sus hijos e hijas.
Recitamos una pequeña poesía que habían creado entre todos y bailamos una coreografía de una canción japonesa, todo ello, disfrazados de Yayoi Kusama, imitando su original estética.
Los estudiantes han aprendido muchas cosas interesantes y han disfrutado muchísimo de este proyecto, ya que es muy estético y creativo.