Hace ya unos años algo cambió en la mentalidad de los educadores. Una ponencia de Ken Robinson puso la voz de alarma en el mundo de la educación al asegurar que los colegios mataban la creatividad, presentando datos de estudios que así lo evidenciaban.
Ese fue uno de los hitos que nos marcaron y que nos sumergió en una reflexión profunda sobre la educación. Otro de esos hitos fue la publicación del informe Delors (1996) elaborado por la Comisión Internacional de la UNESCO sobre la Educación para el siglo XXI, que propuso que la enseñanza se centrase en el desarrollo de competencias. Durante los últimos veinte años, al menos diez organizaciones internacionales y comisiones, gobiernos, consorcios privados e instituciones privadas han propuesto marcos y descrito competencias necesarias para afrontar los desafíos del siglo XXI.
Los retos de la educación
Por eso es necesario diseñar un modelo educativo fruto de la reflexión sobre estos temas, como hemos hecho en Grupo Sorolla Educación: un extenso grupo de acciones y decisiones ha ido encaminado a fomentar, potenciar y celebrar la creatividad nuestro alumnado. Y es que, cuando dejas entrar la creatividad en los colegios, ya no hay vuelta atrás; todo cambia para siempre.
En los últimos años hemos invertido mucha imaginación, esfuerzo e ilusión en transformar nuestros centros educativos en espacios creativos, creando ambientes de aprendizaje en las aulas y patios, aulas enteras para desarrollar el potencial creativo de nuestros alumnos como los Creativity Labs, STEAM Labs, Innovation Labs, MiniLabs (para los más pequeños)....
Todos ellos son aulas cooperativas multitarea en las que el alumnado encuentra todo aquello que necesita para dejar volar su imaginación y talento creativo. Aulas muy versátiles, espacios abiertos, multifuncionales y con mobiliario modular móvil que permite la creación de diversas zonas como zonas de ideación, de creación, de diseño y fabricación, zonas de exposición y de intercambio y evaluación de ideas de manera cooperativa. Espacios dotados con materiales manipulables, para construir, para desarrollar sentidos, con dispositivos digitales, con las últimas tecnologías como gafas de realidad virtual (VR) y realidad aumentada (AR), con cámaras y set de grabación de vídeo, pantalla táctil, impresoras 3D, plotter de corte, juguetes, elementos de robótica (Mindstorms, kits de Arduino, kits de Micro-Bit, Lego Wedo, Bee-bots…), etcétera.
Aprender haciendo
De esta manera, el alumnado vive rodeado de espacios que invitan a aprender haciendo. Pero todo esto no tendría sentido sin un cambio en las metodologías e, incluso, en las asignaturas que se les ofertan. Al pensar en métodos de aprendizaje, debemos pensar en metodologías activas y creativas, por lo que en todos los Colegios de Grupo Sorolla Educación hemos introducido el aprendizaje basado en proyectos (ABP), el proceso de Design Thinking, Flipped Classroom, la Gamificación y el aprendizaje basado en la resolución de problemas (PBL) como algo habitual.
El siguiente paso es el introducir actividades y retos creativos en las programaciones de todas las asignaturas; desafíos que desarrollen su pensamiento divergente, la resolución creativa de problemas abiertos, el pensamiento crítico, la planificación y dirección de sesiones deportivas, la creación de un musical, de una ópera o una representación teatral. También la elaboración de proyectos de emprendimiento, la creación de contenidos propios o para compartir con los compañeros, la creación de apps y juegos educativos, la resolución de desafíos con robótica desarrollando el pensamiento computacional…
Pero no contentos con todo este ‘paisaje’ de aprendizaje creativo, introdujimos esa creatividad en la propia evaluación, convirtiéndola en un elemento de mejora en la que se puede demostrar todo lo aprendido desarrollando otras competencias, a partir de producciones del alumnado y convirtiendo todo el proceso en un aprendizaje personalizado (según los intereses, ritmo de trabajo y progreso de cada uno de los alumnos/as), auténtico (conectado con la realidad), significativo y relevante para el alumnado y centrado en el desarrollo de sus competencias.
Múltiples formatos
Ejemplos de productos finales evaluables son la presentación de conocimientos en un Blog, una publicación digital en Microsoft Sway, la grabación de un vídeo, una Infografía utilizando Visual Thinking, una actividad en Minecraft, un Storytelling, la superación de un Escape Room, la fabricación de un artefacto, un robot o programa informático, un taller de creación literaria donde escribir cuentos, poesías, novela corta cooperativa, una representación musical, o una composición artística.
En definitiva, el cambio de mentalidad hacia la visión de convertir la educación en un escenario en el que desarrollar la creatividad, el trabajo en equipo, el emprendimiento, la mejora de la comunicación, el desarrollo de competencias y la toma de decisiones, es un planteamiento tremendamente creativo en sí mismo para el profesorado y para todo el centro. Y es que, como he dicho anteriormente, una vez entra la creatividad en un colegio, ya no hay quien la pare; ya no hay vuelta atrás; todo cambia.
La creatividad dentro del aula se ha olvidado, la han mantenido en una cajita con una etiqueta que dice “usar en caso de artes plásticas” es por eso que solo está relacionada con el área artística, cuando cantamos, bailamos o pintamos. Pero la creatividad está inmersa en todos los campos educativos, matemáticas, español, naturales, ¡TODO! Y una pieza importante de aquí, como lo menciona, son los maestros, pero ¿Cómo educar a los maestros a ser creativos, si a ellos también los educaron sin creatividad? Es una tarea muy difícil, cambiar el chip de una persona adulta (ojo: mas no imposible) pero a partir de ahí se nota la diferencia, cuando alentamos a nuestros alumnos a pensar de manera creativa, a resolver problemas por si solos y no dándole “repit” a todo lo que nosotros decimos. Dejémoslos que fluyan, dejémoslos que cometan errores, que pierdan vergüenza o el miedo a fallar, así es como “aprender a aprender”. Los niños forman su creatividad con los sentidos, por ende, debemos de levar nuestras enseñanzas fuera del aula, que toque, huelan, sientan las cosas que están fuera de un salón y que limitan a esa creatividad. Dejemos que jueguen, evitemos los bloqueos, evitemos que piensen que la educación es seria, aburrida y que solo se logra cuando se trabaja solo, permitamos que se relacionen y creen en conjunto. No hay una manera exacta para que el alumno aprenda mágicamente, pero la creatividad dentro del aula, podría ser una barita con poderes que nos acerque al objetivo.
¡Buenas tardes!
Solo como reflexión, es importante considerar que, para trabajar el aprendizaje como proceso creador en los niños y niñas, hay que saber promover la imaginación para ver las cosas desde otra perspectiva, ya que solo así aprenderán a encontrar nuevas formas de hacer, sentir y vivir sus experiencias encaminando sus propósitos a metas significativas.
También el conocer los factores o situaciones que pueden contribuir y alentar la actitud y la producción creadora es altamente importante para el educador ya que la escuela es el espacio que se abre a posibilidades de generar situaciones que promuevan o fomentan este rasgo de la persona. El mejor estímulo para el desarrollo y uso de la mente creativa estará en tener confianza en uno mismo, el tener fe, lo que llevaría a eliminar ciertos constreñimientos mentales que posibilitan, a nivel neurofisiológico central de los engramas, el flujo de ideas y sus relaciones.
Es importante que en la implementación de este proceso creador el docente limite las actitudes y comentarios correctivos alentando así un acompañamiento que permita el desarrollo de la resiliencia en el niño atendiendo los aspectos socio-afectivos y emocional apoyo que permitirá mayor disposición y motivación en el aprendizaje.
La información que utiliza el docente en clase es una herramienta más, pero no debe ser la única en la práctica educativa ya que limita este proceso creador.
No cabe duda que crear un ambiente de aprendizaje creativo hoy en dia se torna difícil, ya que para ello el primer paso es ser docentes creativos, encaminar la norma y sacarle provecho al lado creativo, en favor de nuestros alumnos por ello debemos tomar en cuenta el desarrollo y sobre todo las experiencias de cada uno en base a lo que se percibe desde el inicio de su vida, partir de ahí, de sus características individuales.
Siendo parte importante de este proceso la estimulación, intensificando y ampliando las experiencias del niño proporcionandole oportunidades de contactar con la realidad (cercano a la naturaleza) , valorando sus procesos cognitivos, lo cual sea una actividad libre no impuesta. Dando paso a un pensamiento critico en el que el maestro propicie estrategias meramente lúdicas, divertidas, y puede ser que hasta formuladas por ellos mismos, en las que el niño observe, manipule, reformule y reconfigure los problemas, que aprenda a aprender. Siendo pieza clave la confianza en si mismo lo cual elimina automáticamente a manera interna las barreras y los bloqueadores de la creatividad.
Me parece importante mencionar los "bloqueadores" de la creatividad: suelen ser una gran desventaja a la hora de educar. De manera tradicional el mejor alumno obtiene 10 en calificación, es callado, es sumiso. Para erradicar aquello debemos dejar que el niño sea creativo, que el ir a la escuela represente algo más que una calificación, que pierda el miedo al ridículo sea extravagante, dejar de decirle todo, propiciar que pregunte, estimular el juego, muy importante dejar de imponer miedo ciertas amenazas que sutilmente lanzamos, como ejemplo " te vas a quedar sin recreo"...Entre otras actitudes de educacion tradicional las cuales son desventajas culturales que frenan por completo el pensamiento creativo, yy sin embargo las utilizamos porque asi nos educaron pero ello no quiere decir que así debemos de educar. Recordemos que esta en nuestras manos como docentes de preescolar y primaria la estimulación oportuna de el cerebro de cada niño.