Con el objetivo de fomentar la lectura y la escritura en los jóvenes, a la vez que dábamos a conocer a los escritores locales (Canarias), decidimos seleccionar una obra literaria local a partir de la que realizaríamos varios talleres. Basados en el aprendizaje significativo y funcional, gracias a ellos podríamos fomentar que el alumnado investigara y cooperara para aprender.
Trabajando con juegos
El primer paso fue presentar en la pizarra digital al autor elegido; en este caso José Godoy Pérez. A propósito de una de sus obras, ‘Pape, Fefi y la Pandilla’, realicé un cuaderno con ejercicios de diferentes áreas curriculares que tuvieron que resolver en grupos y buscando la información utilizando las TIC.
Luego, pasamos a una actividad en la que el Aprendizaje Basado en Juegos fue el protagonista: propuse diseñar entre todos un juego de mesa para afianzar los conceptos aprendidos con esa lectura. Los estudiantes recortaron folios, crearon tarjetas e, incluso, decidieron cómo distribuirlas por áreas de trabajo. En ellas apuntamos preguntas de comprensión lectora, sobre el autor, sobre la flora y la fauna de su lugar de nacimiento. Además, confeccionamos un gran tablero de juegos en el que incluimos la Plaza de Bañaderos.
Una vez plastificadas todas las tarjetas, el profesor de Tecnología nos enseñó la manera de medir el cartón y las hojas, cómo manejar el calibre y el micrómetro. Así, poco a poco, fuimos construyendo una caja para que todo estuviera bien guardado.
Pintando la obra de Godoy
Otra de las áreas curriculares que decidimos incluir en este proyecto fue la pintura, una materia que favorece el proceso artístico y desarrolla la creatividad y la sensibilidad. Invitamos a la pintora Zulia García Parra a que enseñase en clase la técnica de los acrílicos. En el primer taller que realizamos junto a ella, los estudiantes trabajaron con el libro antes mencionado, dibujando todo aquello que les había llamado la atención al leerlo. En el segundo taller diseñamos, entre todos, la caja y el tablero del juego que habíamos creado.
Como colofón final a todo nuestro trabajo, llevamos a los estudiantes de segundo y el tercer ciclo de Primaria a la biblioteca insular para conocer a los escritores locales y hacerle preguntas sobre su obra. ¡Además pudimos enseñarle todos nuestros cuadros y el juego! La gran sorpresa acababa de empezar porque, poco después de finalizar todo el trabajo, una empresa nos dio la noticia de que iban a fabricar dos copias del juego de mesa creado entre todos. Una se la regalamos a Godoy; la otra, sigue en nuestra clase.
Qué idea más chula 🙂