Sensibilizados con los incendios que sufrió la selva tropical amazónica durante el verano, nos vimos en la responsabilidad de dar presencia a este grave acontecimiento medioambiental reflexionando sobre sus consecuencias con nuestro alumnado.
Es por ello por lo que decidimos programar un proyecto interdisciplinar para conectar la escuela con la crisis medioambiental de la Amazonia y que involucrara a todos los estudiantes del colegio, desde el aula de 3 años hasta 6º de Primaria que tendría una duración de 15 días en los cuales cada ciclo trabajaría un aspecto diferente que luego expondría al resto de cursos.
Descubrir el problema con la ayuda de expertos
Comenzamos redactando los objetivos y proponiendo las actividades pero, sobre todo, quisimos poner mucho énfasis en la labor de motivar al alumnado para que se implicara en el proyecto.
Para conseguir una mayor motivación, nos pusimos en contacto con Àstrid Sacristán Adrià, que se encuentra en Suecia trabajando para la ONU como Project Officer y gestiona recursos en grandes catástrofes para que nos ayudara en esa tarea. Ella grabó unos vídeos de presentación en catalán y en inglés en los que nos hablaba del problema y pedía a los alumnos, de parte del Secretario General de la ONU, que pensaran medidas para salvar la Amazonia.
con el objetivo de ilusionar a los alumnos más pequeños, recibieron una carta del ‘hada Iza’ que vive en la selva amazónica pidiéndoles ayuda.
Motivar a través de la sorpresa
Habitualmente el tema de nuestros proyectos interdisciplinares se consensúa con el alumnado o se les plantea un tema días antes de su inicio. Esta vez, decidimos que sería una sorpresa. Además, a veces se realizan por clase o por ciclo pero decidimos que sería vertical, en todos los cursos.
Así que en secreto, decoramos la recepción del colegio como si fuera la selva y más tarde los niños lo harían en el resto de la escuela.
Al entrar al día siguiente, se encontraron con la ambientación, que incluía sonidos de la selva y a todo el profesorado disfrazado de exploradores. El impacto fue enorme para todas las edades y para sus familias.
El visionado del mensaje de Àstrid dio el pistoletazo de salida a la investigación, reflexión y aprendizaje de conceptos. A partir de ahí, trabajamos de forma cooperativa, con rutinas y destrezas de pensamiento y aplicando las TIC.
En nuestro centro, creemos que un alumno motivado es un alumno que se esfuerza, se interesa, trabaja, muestra buena actitud,...¡y lo conseguimos!
Protagonistas de su propio aprendizaje
Tras vivir esta experiencia con los alumnos, podemos afirmar que ha sido un trabajo transversal en el cual se han involucrado todas las áreas y hemos desarrollado competencias como el aprender a aprender. También hemos potenciado el sentido de la iniciativa y el espíritu emprendedor, la conciencia social, aspectos emocionales como la empatía y la conciencia ecológica. Esta forma de trabajar les ha hecho, sobre todo, partícipes de un proyecto común de solidaridad dando especial énfasis en que todos podemos mejorar el mundo.
Como resultado, ha surgido un decálogo de buenas prácticas que haremos llegar a la ONU y que vean que todo es posible si estamos unidos.
Por último, los objetivos principales del proyecto han sido:
- Conocer la situación geográfica y características de la selva amazónica.
- Tomar conciencia ecológica sobre su importancia para nuestra supervivencia.
- Mostrar iniciativa y generar compromiso en cambiar situaciones que nos afectan.
Sin lugar a duda, los resultados han superado nuestras expectativas. Los alumnos responden cada vez mejor al trabajo por proyectos que conectan la vida real con el aula y convierten al alumno en protagonista de su propio aprendizaje.