Cuando los propios alumnos de 3º de Primaria se dan cuenta de que en los libros de texto hay más representación de hombres que de mujeres científicas en lo que concierne a la ciencia, los maestros debemos actuar. Los referentes deben ser equitativos para que tanto niños como niñas puedan llegar a ser lo que quieran en el futuro sin ningún tipo de miedo o estereotipo que los limiten. Así empezó el proyecto ‘Ellas: mujeres sin tanto cuento’, centrado en el descubrimiento de grandes mujeres que marcaron un antes y un después en la historia de la ciencia y que no han sido lo suficientemente visibilizadas. Poner en valor su trabajo ha sido nuestro objetivo a lo largo de dos cursos escolares.
Proyecto transversal
Este proyecto involucró asignaturas como Lengua, Matemáticas, Sociales y Plástica; y se introdujo de forma transversal de manera que fuera trascendente para el alumnado. Informar a las familias de lo que se iba a hacer en clase también fue fundamental, ya que su implicación era necesaria: debían entender el motivo de su realización y su finalidad. La idea era que, cada semana, una gran científica tuviera su hueco en nuestra clase.
La creación de un ‘Libro Viajero’ fue el punto de partida para guiar el aprendizaje y marcar el camino a seguir. Las científicas fueron escogidas de manera que estuvieran representadas todas las nacionalidades y disciplinas posibles, haciéndolas coincidir con el número real de alumnos en clase, por lo que surgieron 24 nombres que merecían ser investigados y difundidos. El ‘Libro Viajero’ sería el vehículo de conocimiento que cada estudiante tendría que compartir con los demás compañeros.
Fases del trabajo
- Investigación
Cada alumno se llevaba el ‘Libro Viajero’ a casa y, durante una semana, tenía que investigar a fondo la mujer de ciencia que le correspondía. En ese proceso podía usar cualquier medio: tecnología, libros, documentales… La cuestión era empaparse de todo lo relacionado con su vida y de lo que consiguió con su esfuerzo y tesón.
- Creatividad personal
Una vez realizada la investigación, debía plasmar en el ‘Libro Viajero’ lo que le hubiera parecido interesante y que mereciera la pena transmitir en clase. Cada uno tenía carta libre para expresarlo como quisiera, ya fuera en forma de collage, dibujos… Una de las cosas positivas que ha tenido este trabajo es que el estudiante ha sido protagonista de su propio aprendizaje y lo ha hecho con la responsabilidad de saber que todo lo que aprendía luego tenía que ser compartido con los demás.
- Exposición en clase
Una vez a la semana, se iban exponiendo los trabajos a los compañeros. Con el libro y usando los medios que cada uno quería, explicaba la biografía de la científica que se había preparado en casa. De esa forma, la expresión oral, el uso de nuevo vocabulario y el respeto hacia las ideas de los demás se trabajó a lo largo del desarrollo de este proyecto.
- Debate
Tras la exposición, surgía un tiempo para saber qué les había parecido el trabajo. Casi siempre la charla desembocaba en las grandes dificultades que habían tenido estas mujeres para estudiar o para hacerse un hueco en el campo de la ciencia, prácticamente dominado por hombres. Les sorprendió que algunas fueran asesinadas por sus ideas o que tuvieran que disfrazarse para ir a la universidad. Se creaba un ambiente de respeto y empatía muy bonito. Llegamos a la conclusión de que si las mujeres de hoy en día lo tienen más fácil, es por la lucha de las anteriores.
- Celebración del 11F
Celebramos a lo grande el 11 de febrero, el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, con actividades diferentes para cada etapa. En el primer curso, lo hicimos con una jornada de juegos por estaciones utilizando mesas que disponían de un juego relacionado con nuestras protagonistas. Por tiempos, los alumnos iban rotando para poder disfrutar todos y aplicar parte de lo que habían aprendido.
En el segundo curso, las familias se implicaron ayudando a decorar la clase como si fuera un laboratorio y una valiente mamá se disfrazó de Marie Curie. No solamente actuó como si de esta enorme científica se tratara, sino que además hizo un taller de experimentos en clase. Que el alumnado viera a un familiar implicado en todo este trabajo fue espectacular y, el aprendizaje, inmenso.
Mirada inclusiva
Cada estudiante ha trabajado según sus posibilidades y ha demostrado de lo que es capaz. La confianza en sí mismos, el respeto y, sobre todo, el sentirse con la responsabilidad de transmitir sus conocimientos a los demás, creó un agradable clima de trabajo en el que todo lo que explicaban era importante. Los aplausos finales y sus sonrisas eran señales de que habían disfrutado la experiencia.
Evidencias del aprendizaje
Además de nuestro ‘Libro Viajero’, la mayor evidencia del aprendizaje es que el alumnado le ha puesto cara y nombre a un nutrido grupo de mujeres importantes en el campo de la ciencia. De hecho, llegaron tristes a clase cuando murió la gran Margarita Salas. Sobre todo, se han concienciado de la importancia de la igualdad de oportunidades y se ha revalorizado el trabajo venga de quien venga.