El alumnado de la Escuela Ideo de Madrid ha participado en esta experiencia para visibilizar las diferencias de nuestra sociedad, fortalecer el modelo inclusivo y respetar la diversidad. Estos son los pasos que han seguido y que explica el equipo de orientación del centro
Junto al lema ‘Cada voz cuenta, cada diferencia importa’ hemos sentido de primera mano la fuerza que tiene poner en palabras la inclusión, el respeto y la equidad. Lo hemos conseguido a través del proyecto ‘Aula diversa’ en el que ha participado alumnado de todas las edades, desde Infantil hasta Bachillerato, y que se ha desarrollado durante dos semanas.
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En los cursos de cuatro y cinco años, hemos desarrollado esta experiencia a través de los cuentos ‘Elmer’ y ‘A qué sabe la luna’. Con el objetivo de trabajar las diferencias desde edades tempranas y con el mensaje de que el trabajo compartido siempre es mejor, les pedimos a nuestros estudiantes que dibujasen animales de diversas formas en un mural. El resultado fue un mural lleno de color y diversidad que se colocó en la entrada de las aulas para que todos lo vieran.
En el primer ciclo de Primaria el cuento ‘Elmer’ nos ha permitido compartir aspectos relacionados con la diversidad. También que descubran que cada persona tiene un valor particular y que debemos querernos tal y como somos (desarrollo de la autoestima y el autoconcepto). También hicimos con este alumnado una dinámica enfocada en la cohesión del grupo en la que, por equipos, crearon las partes de un animal que después debían unir.
Con el alumnado de segundo ciclo construimos (a partir de historias) personajes con características en las que podían sentirse representados y planteamos maneras de ayudarnos. Tras esto, todos los estudiantes representaron en una diana algunas características personales y ¿sabéis qué? ¡No había dos dianas iguales! Así, concluimos que somos diferentes, que tenemos potencialidades variadas y que necesitamos ayuda en algunas situaciones.
Y con los del tercer ciclo de Primaria nos inspiramos en el término ‘diversa’ para profundizar en el concepto ‘inclusivo’. En 5º hicimos un repaso para conocer todas las modalidades educativas que han existido en los últimos 80 años. Compartimos, asimismo, opiniones acerca de estos modelos y nos dimos cuenta que el modelo inclusivo es aquel que abraza y acoge la diferencia porque, al fin y al cabo, ¿quién decide lo que es ‘diferente’?, ¿acaso no somos todos distintos y formamos parte de una sociedad ‘diversa’? En 6º, utilizando un diagrama de estrella, se propuso al alumnado que valorara aspectos relacionados con habilidades motoras, sociales, cognitivas o funcionales creando su propia ‘estrella’. Terminaron con una reflexión conjunta que concluyó que no hay dos estrellas iguales.
La actividad más llamativa fue la simulación de una mesa de mezclas a través de la cual los estudiantes experimentaron habilidades como cantar, calcular, leer, hacer amigos o conversar. Esto les llevó a valorar si hay habilidades que nos hacen más vulnerables en la escuela, y a pensar qué podemos hacer como comunidad educativa para eliminar las barreras que encuentran algunas personas de nuestro entorno. En Bachillerato se profundizó en los diferentes colectivos que viven situaciones desfavorecidas para desmontar prejuicios y fomentar los valores de igualdad, equidad y justicia.
