“¿Para qué sirve la sintaxis?”, me preguntan año tras año en clase. La última vez que me lo plantearon se me ocurrió responder una ocurrencia que los dejó bastante abatidos: “La sintaxis sirve para que El Rubius titule un vídeo y os muráis de ganas de verlo”. Ojipláticos, me miraron y, como ya me tienen por imposible, no dijeron nada más. A partir de entonces, estuve unas semanas pidiéndoles los nombres de sus youtubers favoritos y, tras elaborar una recopilación, llegué un día a clase con una actividad relacionada: basarme en los títulos de esos vídeos de YouTube para trabajar la sintaxis.
Analizando sintácticamente los títulos de YouTube
Entre otros temas, les pedí que identificasen los diferentes tipos de verbos (transitivos, intransitivos o copulativos) en algunos títulos como ‘Vuelven los zombies a Fortnite’, de Willyrex; ‘La leyenda de Cristianito es real’, de El Rubius; o también ‘Os presento a mi equipo’, de Dulceida. Hablamos, además, de las estructuras sintácticas que presentan sujetos elípticos, expresos o desplazados detrás del verbo y las comentamos con vídeos como ‘Me gusta mi amigo gay’, de Elena Ponz.
El camino ya estaba abierto, de modo que a partir de ese momento no les sorprendió tanto trabajar así las formas verbales pronominales. Incluir a su endiosado Vegetta en uno de los ejercicios supuso un gran estupor: ‘No me voy sin Willy’. Y les dije que también había perífrasis verbales en YouTube. Acercar un concepto teórico tan alejado de su realidad con títulos como ‘Me sigue cayendo el pelo quemado’, de Carla Laubalo, o ‘Te voy a quitar la cuenta del FIFA’, de Auronplay, no tuvo precio.
Antes de incidir en la clasificación sintáctica, llegamos a una conclusión sorprendente: en YouTube se usan con frecuencia las formas no personales, sobre todo la del gerundio. “¿Por qué creéis que es así?”, les pregunté. Hubo varias reflexiones, pero sin duda una se aproximó más a la respuesta: “Está claro que imita el gerundio del inglés”. Pues sí, el lenguaje actual está fuertemente inspirado en las estructuras anglosajonas. ‘Consiguiendo camuflaje gratis de zombies’, de Willyrex, y también ‘Imitando besos de películas’, de Dulceida, no dejan lugar a dudas.
El complemento directo en los vídeos
Seguimos con el análisis y llegó el turno de las funciones sintácticas. El complemento directo, el indirecto, el de régimen o el circunstancial, entre otros, estuvieron representados por ‘Mis suscriptores me mandan vídeos denigrantes’, de El Rubius; ‘Me transformo en bestia’, de Vegetta; ‘De pequeña dibujaba así por problemas familiares’, de Selena Milán.
Tras ello, elaboramos historias de Instagram que contenían cuestionarios sintácticos a partir de los vídeos más vistos de sus youtubers favoritos.
Después les pregunté, mientras buscaban vídeos en YouTube para trabajar la sintaxis, cómo se solían presentar los títulos para que resultaran más persuasivos. Y les resultó fácil reconocer que predominaban las modalidades imperativas en negativo para que los seguidores se lanzaran a la zaga, como ‘No mezcléis nitrógeno líquido con Cocacola’, de El Rubius; y los mensajes exagerados para generar altas expectativas, como ‘El peor viaje de mi vida’, de Carla Laubalo.
Se me ocurrió que podíamos ver algunos vídeos seleccionados en clase sin que supieran el título para que, después, pensaran uno que se adecuara al contenido y produjera el interés suficiente como para romper el número de visualizaciones. Y, bueno, estuvo bien.
Me encanta la idea. ¿Podrías poner los documentos descargables?