Llorenç Rosselló ejerce como profesor de inglés en el Colegio Sant Josep Obrer de Palma (Mallorca). En el siguiente artículo nos cuenta un proyecto protagonizado por estudiantes de Secundaria con el objetivo de fomentar su creatividad transformándolos en protagonistas de su propio aprendizaje. ¿Cómo? Aprendiendo inglés a través del cine. ¡Mirad!
Durante el primer trimestre de este curso que acabamos de terminar, los estudiantes de 3º de ESO han creado sus propias películas inspiradas en los géneros cinematográficos clásicos. En este sentido, la idea para este aprendizaje basado en proyectos (ABP) surgió porque, a veces, en el área de lenguas extranjeras es difícil trabajar competencialmente si entendemos las competencias como conocimientos de carácter práctico que los estudiantes puedan utilizar en su vida cotidiana.
Inglés a través del cine: primer contacto
El primer paso fue dividir la clase de 36 alumnos en nueve grupos de cuatro y asignar los roles a cada uno de los integrantes del grupo. Así, a partir de una serie de preguntas fuimos familiarizándonos con vocabulario relativo al mundo del cine e identificamos los elementos propios de cada género clásico (horror, comedy, action, sci-fi...) con ejemplos de películas actuales que aportaron ellos mismos. Una de las primeras actividades evaluables fue escribir una crítica cinematográfica. Para ello, trabajamos adjetivos y expresiones para dar nuestra opinión sobre las películas, así como la estructura de la crítica a partir de textos reales.
Asimismo, uno de los contenidos de la primera evaluación fue la revisión de los tiempos verbales básicos. Para ello, los alumnos vieron vídeos de las explicaciones gramaticales en casa a través de Edpuzzle y después en clase practicamos con ejercicios basados en escenas de películas. También leímos y comentamos un texto sobre los orígenes del cine con enlaces a las películas de los hermanos Lumiere y Georges Méliès, e imaginamos las reacciones del público de aquella época frente a las primeras imágenes en movimiento.
Fases del proyecto
Después de unas cuatro semanas, llegó el momento de que cada grupo eligiese el género de su película. Primero, realizamos un examen colaborativo sobre los tiempos verbales que habíamos trabajado en clase y, por orden de nota, cada grupo fue eligiendo el género cinematográfico de su corto entre diez opciones diferentes. Una vez elegido el género, acordamos una duración mínima y máxima, así como una serie de requisitos formales que debía cumplir el producto final y un calendario de trabajo.
También dividimos la tarea final, es decir, la realización del corto, en tres fases: planning, filming y editing. Fue curioso comprobar cómo, aunque todos debían actuar en las películas de sus respectivos grupos y colaborar en todas las tareas -desde un principio- algunos alumnos optaron por ocuparse de la parte más técnica y otros de la parte más artística.
Planning
Realizaron un brainstorming para construir el argumento de su película de acuerdo con el género que debían ilustrar. Escribieron una sinopsis y, a partir de ella, un guión en el que fueron incluyendo acotaciones, localizaciones y otros detalles de la película y que estuvo en constante revisión durante las semanas siguientes.
Filming
Los estudiantes se encargaron de la grabación de sus cortos. Para mejorar la calidad técnica de las películas, vieron unos vídeos a través de Edpuzzle para aprender a realizar diferentes planos y movimientos básicos de cámara, así como trucos para grabar con sus móviles de manera más profesional.
Editing
Trabajaron con el material que habían grabado en la segunda fase para montar sus películas de la manera más eficiente posible, incluyendo efectos sonoros, música, títulos de crédito y, cómo no, tomas falsas. La mayoría de los grupos optó por editar sus cortos con aplicaciones móviles gratuitas mientras que algún grupo prefirió hacer la edición en ordenador en casa.
Un aprendizaje cooperativo
Desde un principio, se fomentó el aprendizaje colaborativo entre los diferentes grupos. Por ejemplo, algunos participaron como extras en las películas de los demás, se recomendaron aplicaciones entre sí o compartieron trucos para la grabación. El rol del profesor durante la elaboración del producto final fue el de facilitar recursos y supervisar el trabajo de los alumnos, ayudando a pulir ideas y a resolver los pocos conflictos que surgieron a la hora del trabajo grupal. Al principio y al final de cada clase, hacíamos una puesta en común para asegurarnos de que todos los grupos estaban avanzando en sus proyectos y detectar o prever posibles dificultades.
La última semana del trimestre, la invertimos en ver, comentar y evaluar las nueve películas en clase. Creamos una página web en la que los alumnos podían revisar las películas cuando quisieran y diseñamos diferentes rúbricas de autoevaluación y coevaluación. Finalmente, simulamos una gala de los Oscar en la que se entregaron los premios a la mejor actriz, actor, película y guión (que previamente habían votado los propios alumnos a través de un formulario) e hicimos una valoración final del proyecto que nos servirá para mejorarlo de cara al año que viene.