El escritor Pedro Mañas (Madrid, 1981) se ha hecho un hueco entre los autores más representativos de la Literatura Infantil y Juvenil de nuestro país. El público lo conoció en el año 2008 gracias a su obra ‘Klaus Nowak, limpiador de alcantarillas’, y desde entonces su trayectoria profesional ha sido reconocida con diferentes galardones por parte de la crítica; entre ellos se encuentra el XV Premio Anaya por su trabajo ‘Apestoso tío Muffin’.
Entrevista a Pedro Mañas
Reconoce que ya desde pequeño cogía lápiz y papel para dejar volar a la imaginación, pero que la idea de convertirse en escritor llegaría más tarde. “Según dicen mis padres, quería ser taxista o jardinero. Luego, hasta mi juventud, fantaseé con un buen número de profesiones como actor o actor de doblaje, periodista, profesor, médico… “, afirma. De hecho, realizó el primer curso de la carrera de Medicina hasta que se dio cuenta que aquello no era lo suyo. “Supongo que lo importante es que, aunque nunca me lo planteé como una profesión, durante todos esos años no dejé de inventar ni de escribir historias”, añade.
En su opinión, ¿cuál es el estado de la literatura infantil en nuestro país?
Hay magníficos autores e ilustradores en España que trabajan duramente para intentar vivir de esta profesión. También creo, por otro lado, que se publica tanto y a tal velocidad que habrá que esperar bastante para que el tiempo vaya poniendo cada cosa en su sitio. Lamentablemente, muchas de nuestras obras se olvidarán pronto, pero lo que importa es que la calidad sobreviva y permanezca para nuevas generaciones como ocurre con la literatura para adultos.
¿Cree que se fomentan lo suficiente los planes de lectura en los colegios?
Mi relación con la escuela es esporádica y en esas visitas ocasionales para charlar con los lectores me encuentro con panoramas muy diversos. En general, tengo la sensación de que hay buenas intenciones, pero para que un plan lector funcione debe haber un compromiso de todos los sectores implicados, desde la dirección del colegio a las editoriales, pasando por la familia y los profesores. A menudo falla la coordinación o el grado de implicación entre estas partes.
" Para diseñar un plan lector, reduciría la presión o el número de libros que los niños deben leer e intentaría despertar su interés por otros medios "
¿Cómo diseñaría un plan lector? ¿Qué actividades y ejercicios sugeriría?
Sería pretencioso por mi parte intentar siquiera esbozar algo parecido a un plan lector, pues no tengo ni la formación ni la experiencia para ello. Cualquier cosa que dijera ya la habrían dicho antes y mejor muchos pedagogos. Como autor sí que puedo decir que seguiría fomentando los encuentros con escritores e ilustradores en el colegio, que son tremendamente productivos para ambas partes. Tal vez también reduciría la presión o el número de libros que los niños deben leer, e intentaría despertar su interés por otros medios.
Leer es una actividad que no gusta a todos los niños, ¿a qué cree que se debe?
He intentado responder muchas veces a esta pregunta y también a la cuestión de ‘¿qué se puede hacer para que un niño no lector se aficione a la lectura?’. Todas las respuestas que he dado han demostrado no ser válidas para todos los casos. Supongo que, de entrada y desde muy pequeños, nuestras aficiones se diversifican. Hay niños a los que, sencillamente, nunca les ha seducido leer, tal vez porque se les ha obligado a ello; porque conviven con un entorno en el que la lectura está desprestigiada; o porque tienen otras formas de ocio más inmediatas a su alcance. Lo importante es no rendirse y seguir intentándolo sin convertir nunca el fomento de la lectura en una guerra ni los libros en un castigo.
¿Cómo fomentaría ese interés para que les resulte una actividad atractiva?
Ante todo, y hablo desde la experiencia con mis sobrinos (que son los únicos niños sobre los que me veo capaz de ejercer una influencia continuada), creo que todo comienza por ensalzar la lectura en casa. Para eso, deben vernos leer y disfrutar con los libros, que para eso somos sus principales referentes. Aunque en última instancia la lectura es solitaria, da pie a muchas actividades compartidas que podemos explorar: visitar juntos la biblioteca, hablar de lo que hemos leído cada uno, escuchar sus gustos, jugar a transformar las historias… Por último, debemos hacerles entender que la lectura es un premio y no un castigo. Por ejemplo, celebrando un día de fiesta acudiendo juntos a la librería.
¿Cuál fue el primer libro que le atrapó de verdad?
Es difícil recordarlo, porque fui un lector bastante precoz y de algunas de las obras no tengo en mi memoria ni el título, solo algunas imágenes y esa sensación de haberse quedado prendado de la historia. Aunque hubo libros anteriores que me encantaron, por elegir alguno mencionaré ‘La leyenda de Boni Martín’ de José Luis Olaizola. Cuenta la aventura de un niño rico y caprichoso cuyos padres, fingiendo que se han arruinado, se mudan a un pueblo miserable en el que Boni tendrá que aprender a apañárselas sin dinero.
¿Dónde busca la inspiración al escribir?
" La inspiración funciona mejor cuando se recibe y no se busca "
Bueno, aunque se puede forzar un poco la inspiración, creo que en general funciona mejor cuando se recibe y no cuando se busca. Uno lee a otros autores, ve películas, ojea noticias, escucha historias o camina por la calle sin ninguna intención especial. Luego, de un modo casi mágico, la imaginación junta y revuelve para presentar una historia completamente nueva pero que bebe de todo aquello que ha conocido.
Por último, un pequeño test. ¿Qué le sugieren las siguientes palabras?
- Literatura: Viaje.
- Escritor: Regalo.
- Imaginación: Juguete.
- Libro: Puerta.