Educación musical es una asignatura que está presente en el currículo de Infantil, Primaria y Secundaria y cuyo estudio aporta numerosos beneficios al alumnado: mejora la memoria, la atención y la concentración, ayuda a un mayor desarrollo del lenguaje, potencia la creatividad y crea un ambiente más positivo en el aula.
Para sacar el máximo partido a esta materia, la Editorial Casals cuenta con una serie de materiales adaptados a la LOMLOE y que están destinados al alumnado de Secundaria. Su objetivo es que los estudiantes aprendan a través de contextos motivadores y se relacionen activamente con la música y hacen hincapié en la figura y aportaciones musicales de aquellas compositoras que han sido silenciadas a lo largo de la historia. Todo ello se complementa con recursos digitales, como audios y vídeos o partituras interactivas con las que aprender de manera activa. David Garea, docente de Educación Musical y uno de los autores del proyecto ‘Música’ de la Editorial Casals, nos habla sobre la importancia de esta asignatura.
Pregunta: Como profesor de Música en los Salesianos de Atocha, en Madrid, ¿qué pretendes transmitir a tus alumnos?
Respuesta: Más que trasmitirles información intento ser un catalizador, poner en contacto a los estudiantes con lo que la música les hace sentir. A mi la música me ha hecho y me hace feliz, y por encima de mi pretensión de enseñarles, está mi voluntad diaria de compartir con ellos la pasión por ella. Seguro que la mayoría no se acordarán de mí al cabo de los años, pero la música tiene el poder de enamorarnos, de formar parte de nuestra vida emocional y por eso quiero que siga presente en sus vidas y que se den cuenta de que tiene un enorme potencial.
Además, intento que sean consumidores conscientes y responsables de música en esta época en la que se ha convertido en un bien de consumo descontextualizado de la figura del músico que la crea, y sin el cual no existiría; en muchos casos no somos conscientes del autor porque lo que escuchan es una grabación suministrada por un programa. Por eso quiero que den a los músicos el valor que se merecen, que sepan que lo que escuchan es el fruto del trabajo y la constancia de artistas y profesionales con talento y que por crear esas obras artísticas merecen que su trabajo sea valorado y remunerado justamente. Y también intento derribar falsos prejuicios relacionados con la música, por ejemplo el que considera que la música clásica es elitista. La música es de quien la crea, la toca y la disfruta.
P: Además de profesor, eres uno de los autores del proyecto de Música de Editorial Casals. ¿En qué te ayuda ser profesor en tu trabajo como autor?
R: Me permite poder pensar tanto en el alumno como en el profesor. A grandes rasgos y pensando en el docente, como nuestra época es de sobreinformación, pretendo que los materiales pedagógicos sean una referencia compacta, práctica y útil para los docentes, una información avalada y expresada con corrección y rigor. Además, el objetivo es que les de autonomía y les sirva de guía en una época de cambios de legislación, al tiempo que les proporcione libertad de elección para escoger proyectos, audiciones, actividades o recursos. Me parece fundamental la programación y la secuenciación de contenidos, y las nuevas formas de evaluar, como las rúbricas, que permiten una mayor equidad y objetividad para lograr una evaluación más precisa. Además, las actividades autoevaluables permiten al alumno evaluarse con autonomía y saber exactamente en qué pueden mejorar.
Si pienso como alumno, me centro en lo que me gustaría escuchar y conocer a mi si fuese uno de ellos, y eso incluye tanto anécdotas memorables que me llamen la atención como que la información me resulte interesante y esté presentada de manera atractiva o que la calidad de las obras y de las versiones sea excelente. En muchos casos será la primera vez, o la única, en que escuchen una obra determinada, y por eso seleccionamos las audiciones con mucho cuidado teniendo en cuenta siempre que los receptores son los alumnos y lo importante que es atraerles hacia la música.
También me parece esencial no considerar a los grandes compositores como bustos de escayola en un museo, sino como personas reales que eran unos genios musicales pero que también eran humanos con sus virtudes y sus defectos. Considerando por ejemplo cómo pudieron crear todas esas obras maravillosas con las vidas atribuladas que tuvieron algunos de ellos. También pretendo dar valor a los creadores más allá de la tendencia y poder conocer a grandes artistas de todas las épocas que van a seguir siendo válidos, cuya obra puede transmitirnos y hacernos sentir una rica gama de emociones durante toda nuestra vida aunque crezcamos y cambiemos.
P: ¿Te parece que hay algún aspecto de la educación musical al que no se le haya dado la importancia que merecía?
R: Todos los aspectos son mejorables y continuamente evolucionamos a la hora de decidirlos y transmitirlos pero por mencionar uno diría la valoración de la importancia de la mujer en todos los ámbitos musicales: como intérpretes pero también como compositoras, pedagogas o coreógrafas. Eso intento transmitirlo tanto en mis clases como en mis materiales didácticos pero, por muy importante que sea reconocer y visibilizar la aportación de la mujeres a lo largo de la historia de la música, también lo es dar a conocer la aportación de las mujeres en el presente. Porque la música es un arte vivo, en constante evolución, y ahora mismo hay excelentes compositoras, intérpretes y directoras a las que podemos ir a escuchar en vivo o incluso seguir en las redes sociales. El arte musical tiene un pasado y un presente increíblemente ricos y hay muchas maravillas por descubrir.