María Pareja, escritora y docente: “Los estudiantes encuentran pornografía antes que educación sexual sobre su propio cuerpo y sus relaciones”

Docente de lengua y literatura, cree que el acceso temprano a dispositivos con Internet y la falta de educación afectivo-sexual por parte de los menores es caldo de cultivo para el consumo de pornografía desde edades tempranas. Ha escrito una obra de teatro juvenil sobre esta problemática que se puede trabajar en el aula.

María Pareja

¿Te has fijado realmente en los contenidos que están consumiendo tus hijos cuando están con el móvil? Puede que mientras estén jugando a uno de esos juegos que se ha puesto de moda entre su grupo de amigos, los personajes femeninos se muestren muy cosificados. O que, de repente, les aparezca un anuncio pornográfico que ni siquiera han buscado. Estos son solo algunos ejemplos de lo que puede llegar a ser la puerta de entrada a la pornografía para los menores que, en muchas ocasiones, acceden a ella con tan solo 8 años, según indica un informe de Save the Children

La docente de Lengua Castellana y Literatura y escritora María Pareja aborda esta problemática en su último libro ‘PorNO quererme’ (Sansy Ediciones), una obra de teatro juvenil en la que los personajes, jóvenes de entre 12 y 16 años, ejemplifican cómo el consumo de pornografía puede influir de manera diferente en cada menor en función de factores como el contexto familiar, la educación afectivo-sexual, el acceso a referentes positivos y su propia personalidad. Pareja tiene claro que falta mucho por hacer en este terreno: propone una asignatura específica de educación sexual, recursos y herramientas para tratar este tema en el aula y una mayor colaboración entre docentes y familias.

Pregunta: En ‘PorNO quererme’ ahondas en la problemática del consumo de pornografía entre los más jóvenes. ¿Cuáles son las principales causas de este problema? ¿Y las consecuencias de ello?

Respuesta: Este consumo está relacionado con la accesibilidad y la falta de educación afectivo-sexual. Hoy en día, los menores tienen acceso a dispositivos con Internet desde edades muy tempranas, y, al carecer de filtros o supervisión, encuentran pornografía antes que educación sobre su propio cuerpo y sus relaciones. La ausencia de referentes positivos en el ámbito afectivo-sexual y la normalización de ciertos contenidos en redes sociales también agravan este problema.

Por todo ello, las consecuencias son profundas: la pornografía crea expectativas irreales sobre las relaciones y la sexualidad, desvirtúa el consentimiento y refuerza conductas de cosificación y agresividad, especialmente hacia las mujeres. Además, afecta la percepción de su propio cuerpo, genera adicción y, a nivel emocional, desconexión en las relaciones reales. La escuela y la familia deben unirse para abordar esta realidad desde la educación y la reflexión.

La pornografía crea expectativas irreales sobre las relaciones y la sexualidad, desvirtúa el consentimiento y refuerza conductas de cosificación y agresividad, especialmente hacia las mujeres"

 P: ¿Tiene relación con el acceso temprano a los teléfonos móviles?

R: Este hecho amplifica la exposición a la pornografía, especialmente porque muchos menores los usan sin una supervisión adecuada. En las aulas, ya se observa que en los cursos de 3º y 4º de Primaria hay alumnado que consume porno. Esto sucede no solo por curiosidad natural, sino porque el móvil es una puerta de entrada constante, con algoritmos y plataformas que exponen contenido explícito incluso sin buscarlo.

Esta accesibilidad fomenta una exposición repetida desde edades muy tempranas, cuando los niños aún no tienen las herramientas para interpretar o cuestionar lo que ven. Esto normaliza comportamientos que no deberían formar parte de su desarrollo y, en algunos casos, ni siquiera las familias ni los docentes detectan el problema a tiempo. La falta de una educación digital y afectivo-sexual efectiva en estas etapas hace que el aula se convierta en un lugar clave para abordar estas cuestiones desde la prevención y el diálogo.

Pornografía Jóvenes María Pareja

P: Los protagonistas de la obra son jóvenes entre los 12 y los 16 años que representan distintos perfiles: el líder, el seguidor, el excluido, el informado, el inconsciente… ¿El consumo de pornografía afecta por igual a todos los jóvenes? ¿Qué se puede hacer desde las aulas y desde casa?

R: No afecta por igual a todos los jóvenes, ya que depende de factores como su contexto familiar, su educación afectivo-sexual, su acceso a referentes positivos y, por supuesto, su personalidad. En la obra, cada personaje encarna cómo el consumo de pornografía puede influir de manera distinta.

Desde las aulas, es fundamental ofrecer herramientas para reflexionar sobre estos temas: fomentar el pensamiento crítico, enseñar a detectar contenidos tóxicos y normalizar debates abiertos sobre sexualidad y relaciones sanas. En casa, el papel de las familias es clave. Hablar de estos temas desde una perspectiva cercana y sin juicios crea un entorno en el que los jóvenes se sienten seguros para expresar sus dudas. Docentes y familias deben colaborar para mostrar que una relación saludable con la sexualidad está basada en el respeto, el consentimiento y la empatía.

La accesibilidad a determinados contenidos fomenta una exposición repetida desde edades muy tempranas, cuando los niños aún no tienen las herramientas para interpretar o cuestionar lo que ven"

P: ¿En qué punto se encuentra la educación sexual en el sistema educativo de nuestro país?

R: La educación sexual en nuestro sistema educativo es insuficiente e, incluso, ineficaz. Durante la presentación de mi libro, Toni Solano, director de un centro educativo de especial dificultad en Castellón, señaló que las charlas anuales tienen un impacto muy limitado: los adolescentes no se sienten implicados y, con frecuencia, quienes más las necesitan ni siquiera están presentes. Tanto él como la docente Ana Valero destacaron la necesidad de incluir una asignatura específica que trate estos temas de forma regular, integrando el debate y la reflexión en el día a día escolar. Además, animaron a los docentes de distintas áreas a abordar el problema desde su disciplina, haciendo de la educación sexual un aprendizaje transversal y constante.

P: ¿Qué rol deben adquirir los docentes para hablar de sexualidad con los estudiantes? ¿Existe formación para ello?

R: Su papel debe ir mucho más allá de ser simples transmisores de información. Aunque aún hay pocos centros que exijan formación específica para abordar este tema con su alumnado, la realidad es que hasta que exista una asignatura formal y estructurada con especialistas, son los educadores quienes podemos y debemos abrir el diálogo sobre estos temas. La pornografía está teniendo un impacto enorme en los jóvenes, y su influencia no puede ser ignorada.

Pornografía Jóvenes María Pareja

P: ¿Cómo puede ayudar una obra de teatro como esta a reflexionar sobre la adicción a la pornografía?

R: Puede ser una herramienta poderosa para abrir el diálogo sobre temas complejos como la adicción a la pornografía. La narrativa permite a los estudiantes conectarse emocionalmente con los personajes y reflexionar sobre las consecuencias de sus decisiones. Además, la obra incluye talleres específicos supervisados ​​por la plataforma ‘Dale Una Vuelta’ y psicólogos especializados, lo que garantiza un enfoque educativo y práctico. Estas actividades invitan al debate y al pensamiento crítico, facilitando que los adolescentes comprendan el impacto de sus acciones y desarrollen una visión más saludable de la sexualidad.

Hablar de estos temas desde una perspectiva cercana y sin juicios crea un entorno en el que los jóvenes se sienten seguros para expresar sus dudas"

P: Comparte tres formas de trabajarla en clase con los estudiantes.

R: En primer lugar con la dramatización y el análisis. Es posible representar escenas de la obra en el aula para que los estudiantes se pongan en la piel de los personajes. Esto facilita la empatía y permite abordar temas como el consentimiento, el ‘sexting’ o las relaciones de poder desde una perspectiva vivencial. En segundo lugar, se puede trabajar a través de talleres y debates: utilizar los recursos didácticos que acompañan a la obra, como las actividades de análisis crítico, para generar debates grupales en los que los estudiantes comparten sus opiniones y experiencias en un espacio seguro y guiado. Por último, mediante proyectos interdisciplinares: integrar la obra en asignaturas como Lengua y Literatura, Ética o Tutoría, creando proyectos en los que los estudiantes investigan sobre las consecuencias sociales, psicológicas y legales del consumo de pornografía, desarrollando así un aprendizaje más profundo y conectado con su realidad. 

PorNO quererme
  • Pareja Olcina, Maria(Autor)
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