Es probable que el nombre de Enrique Domingo Pérez Vergara no os resulte familiar. Pero si hablamos de Flipy, seguro que no tenéis dudas. Y es que el paso de este cómico veterano por el programa de televisión 'El Hormiguero', en el que dio vida durante cuatro años a un peculiar 'científico loco', le hizo muy popular entre el gran público, incluidos muchos jóvenes que descubrieron múltiples curiosidades de la Ciencia y su aplicación en el día a día de una manera amena y divertida.
Tras su salto al cine con la comedia 'Campamento de Flipy', creó la productora audiovisual 100 Balas donde ejerce de director de Contenidos. Su última aventura audiovisual también es un proyecto ligado a la Ciencia: el videojuego de realidad virtual ‘Flipy’s Tesla! Inventemos el futuro’ para la PS4 de Sony.
Además de hablar del videojuego y de otras de sus pasiones, como la ciencia ficción, en esta entrevista afirma que cree en las aulas abiertas y echa en falta que el profesorado esté mejor valorado y reconocido. ¡Sigue leyendo!
De pequeño, ¿qué tal se te daban las ciencias?
Siempre he sido bastante curioso, sobre todo más en casa que en el colegio porque a mi padre le gusta mucho reparar los electrodomésticos, y como tampoco teníamos dinero para cambiarlos todos, se dedicaba a arreglarlos. Era una cosa que antiguamente era muy habitual, no como ahora que cuando se te estropea algo lo tiras y lo compras nuevo. Todo eso que vi me despertó la curiosidad y el interés por cómo funcionaban las máquinas, la tecnología y la Ciencia.
¿Viene de entonces tu interés por los experimentos? ¿Eras de los que jugaba al Quimicefa y Cheminova?
A mí me encantaba la magia y a día de hoy me sigue gustando. En realidad, la Ciencia tiene un poco de magia, de descubrir cosas y preguntarte por qué suceden. En vez de jugar al Quimicefa o similares era de los que prefería el Magia Borras.
"Es clave valorar más al profesorado y que éste sea reconocido"
¿Cuál es el lado divertido de la Ciencia?
Lo que más me interesa y llama la atención es descubrir el por qué suceden las cosas. Por ejemplo, me siguen maravillando cosas tan simples y cotidianas como que podamos volar. Además, me encanta el tema de la exploración espacial y cómo se desarrolla la tecnología para ir dando pasos y llegar cada vez más lejos; todo eso eso me fascina. También me gusta leer cómics, tebeos e historias de ciencia ficción: ¿Cuántas veces la ciencia ficción no se ha adelantado al presente?. Eso te hace ver las cosas con otros ojos y perspectiva.
Tu personaje de científico loco en ‘El Hormiguero’ te hizo muy popular entre la audiencia. ¿Crees que llegaba a los más jóvenes? ¿Cómo que se puede hacer más atractiva la Ciencia para ellos?
Llegábamos a ellos por la manera en que comunicábamos porque, en realidad, estábamos jugando. He hablado con muchos divulgadores científicos jóvenes (es el caso de Javier Santaolalla que a mí me encanta) y lo que hay que hacer es modificar la manera de comunicar y hacer la Ciencia más cercana y explicar a la gente el uso diario que tiene, por ejemplo, un acelerador de partículas que suena como algo muy lejano y que no va a entender nadie. Que se invierta ahí y que eso funcione tiene resultados en la mejora de tu vida diaria. Eso es muy importante.
Hay que modificar la manera de comunicar y hacer la Ciencia más cercana y explicar a la gente el uso diario que tiene
Yo creo que sobre todo lo que hay es un problema de comunicación y de comunicar a la gente para que se usa y sirve la Ciencia, y en el caso de los niños hacerles partícipes.
¿Qué recomendaciones darías a aquellos estudiantes a los que no “no se les dan bien” las ciencias? ¿Cómo despertarías su interés?
Creo que el primer paso son los maestros. Es la asignatura pendiente. Valorar más al profesorado y que éste sea reconocido. Los profesores necesitan poder acceder no sólo a la tecnología sino también a otras técnicas de comunicación. Tendrían que existir más debates en las escuelas, que la gente se exprese más y se acostumbre a hablar en público y contar historias. Da igual que sepas mucho de un tema sino sabes comunicar. Tenemos gente muy preparada pero existe un problema de comunicación.
¿Qué lugar debería ocupar la Ciencia en la escuela? ¿Se aprende tocando y experimentando?
Diría que tendríamos que preguntarnos qué lugar debería ocupar la Ciencia en la vida diaria porque al final la física, la química o la biología la tocamos únicamente a través de los libros en la escuela y no forma parte de nuestro día a día; y eso que casi todo lo que hacemos tiene que ver con ella. Se debería valorar más la ciencia y la curiosidad.
Si fuese niño, por ejemplo, me gustaría ser Iron Man, Tony Stark. Stark ahora ya existe en el mundo real y se llama Elon Musk. Hay que tener esos estereotipos en la sociedad y que a un niño le mole ser listo, le guste descubrir, avanzar y llegar un poco más allá. Todo eso se logra despertando la curiosidad más allá de la escuela. En ese sentido, la tecnología a través de las aplicaciones o la realidad aumentada tiene mucho que decir, y que esos famosos deberes para casa se hagan de otra manera, entreteniendo.
Para ser un buen científico hace falta…
Primero tienes que impregnarte de todo lo que te rodea y que eso fluya. Tener un pensamiento abstracto y no temer a abrirte y conocer cosas nuevas. Lo que marca la diferencia es cuando eres capaz de asociar diferentes conceptos -que no tienen nada que ver con lo que te interesa- y que al final converjan en algo. Eso se consigue teniendo la mente abierta.
Todos deberíamos hacer un importante ejercicio y cambiar un sistema que data de hace muchos años porque la sociedad ha evolucionado y cambiado
Yo recomiendo viajar, leer, hablar con gente que no tenga nada que ver contigo y ser curioso. Para despertar esa curiosidad, necesitas un incentivo cuando eres pequeño y ahí tienen mucho que ver los padres y las escuelas. Yo creo en las aulas abiertas. Todos deberíamos hacer un importante ejercicio y cambiar un sistema que data de hace muchos años porque la sociedad ha evolucionado y cambiado.
Vuelves a apostar por la ciencia de la mano del juego de realidad virtual Flipy Tesla Inventemos el futuro para PS4. ¿Cómo surge la idea de este proyecto?
Llevaba tiempo leyendo todo lo que salía sobre realidad virtual y me parecía este juego reunía todos los elementos para poder transformar la consola en un laboratorio virtual. Venimos de una cultura oral para contar el conocimiento y luego hemos pasado a los libros de texto, evolucionamos hacia los canales de Youtube...
Me parecía que el siguiente paso tenía que estar relacionado con la experiencia. Un ejemplo básico, aunque antiguo: por mucho que te leyeras las instrucciones de cómo se grababa con el vídeo, no aprendías hasta que no lo hacías por ti mismo. A pesar de que la realidad virtual está orientada al terror o los juegos de shooters, nosotros hemos ido a algo educativo, familiar y científico. La realidad virtual es el complemento perfecto para la educación.
¿Qué tipo de contenidos científicos se han incluido?
Desde montar un aeroventilador a hablar de energía limpia, pasando por una actividad que consiste en montar una cadena de ADN. Hemos tocado varias ramas. Toda la ciencia del proyecto tiene un rigor. Así, hemos contado con la colaboración de Javier Santaolalla (físico de partículas del CERN) y también hemos formato parte del proyecto 'Creation', un área de la comisión europea para apoyar proyectos de divulgación científica que tienen que ver con las artes. La verdad es que estamos muy contentos porque una de las cosas que me preocupaban es que la parte científica tuviese un sello de calidad y rigor.
¿Y las habilidades y destrezas que permiten trabajar y desarrollar?
Trabajar en equipo y colaborar que es muy importante. También es posible comprobar como se interrelacionan diferentes materias, experimentar en primera persona como se monta un invento y hacerlo funcionar... En definitiva, experimentar a través de un proyecto que tiene una inmersión del 100%.
Por último, un pequeño test. ¿Qué te sugieren las siguientes palabras?
-Ciencia: curiosidad.
-Curiosidad: sorprenderme.
-Educación: el pilar de la sociedad del futuro.
-Enseñanza: el presente.
-Ingenio: el motor con el que tienes que mover en la vida.