El uso de las TIC es clave hoy en día en el sector educativo. Tanto docentes como alumnos las utilizan a diario, en muchos casos, sin valorar los peligros que pueden correr si no se protegen de forma adecuada. David Cortejoso, docente y experto en riesgos de las TIC, nos cuenta cuáles son las principales amenazas que se esconden en la Red y cómo se pueden evitar.
¿Hasta qué punto es peligroso Internet?
Internet es peligroso en la medida en que se desconocen sus riesgos y no se sabe protegerse de ellos, ni si quiera prevenirlos. Esto, por desgracia, es lo que le pasa a la mayor parte de los internautas: falta de conciencia de riesgos, falta de búsqueda de información y formación específica para estos riesgos y actitud proactiva para prevenirlos.
¿Cuáles son los principales riesgos que corren los alumnos en él?
Los principales riesgos que tienen hoy en día los menores en la Red son:
- Sexting: envío de imágenes o vídeos con contenido erótico o sexual a través de servicios de la Red y a través, casi siempre, del smartphone. Expone a peligros como la sextorsión, humillación pública, ciberbullying, acosadores…
- Grooming: acoso sexual de un adulto a un menor a través de las TIC, casi siempre mediante el engaño, para conseguir materiales (fotos, vídeos, capturas con las webcams) con los que chantajearle posteriormente y conseguir más.
- Ciberbullying: maltrato psicológico o emocional a menores, usando las redes sociales, la mensajería instantánea o los blogs, y a través de insultos, humillaciones, manipulaciones de imágenes, perfiles falsos de la víctima, amenazas, revelación de secretos…
- Pérdida de privacidad: los menores, con el uso de las TIC para relacionarse, ponen a diario una ingente cantidad de información privada y sensible en la Red que les hace vulnerables, a ellos y a su entorno, ante los riesgos anteriormente mencionados.
¿A qué edades pueden sufrirse con mayor asiduidad?
Los riesgos de los menores con las TIC se inician sobre todo en la etapa final de Primaria, con los 11 y 12 años, aunque dependiendo del riesgo en el que nos centremos, tienen unas edades de mayor incidencia u otras.
Hablamos, por tanto, de aquella en la que empiezan a disponer, de forma más generalizada, de dispositivos como el smartphone, la videoconsola o la tablet, con escasa o poca supervisión parental, información sobre los peligros de la Red y normas y límites claros y establecidos en cuanto a su uso.
Si concretamos más, por ejemplo, con el ciberbullying o el sexting…
El riesgo comienza en dichas edades pero tiene una mayor prevalencia en los primeros años de Secundaria. El grooming, por otro lado, es un riesgo con una incidencia similar durante todos los años que el menor tiene acceso a la red, al igual que la pérdida de privacidad. En cuanto al abuso, depende fundamentalmente de la educación recibida por los padres y de que los límites y normas estén bien establecidos en el hogar.
¿Los padres son conscientes del riesgo que corren sus hijos cuando navegan por Internet?
Por desgracia, mi experiencia de años formando tanto a padres como a madres me dice que no lo son. Es verdad que ha aumentado el nivel de conocimiento y de sensibilidad en esta temática por su parte pero hay todavía un enorme desconocimiento. Y no es por falta de información sino por falta de conciencia de riesgo.
Internet es peligroso en la medida en que se desconocen sus riesgos y no se sabe protegerse de ellos, ni si quiera prevenirlos.
¿Y los centros educativos?
Estamos ante el mismo problema que con los padres. Existe aún un enorme desconocimiento en general. Hay muchos centros educativos que están haciendo muy buena labor en este sentido pero la inmensa mayoría no cuentan con docentes formados en este ámbito, no tienen protocolos de actuación y tampoco realizan campañas de prevención y sensibilización. ¿La principal causa? No se les está formando en dicha materia como agentes involucrados en la educación de los menores o, si es así, la oferta formativa es escasa.
¿Ambos hacen lo suficiente para proteger a los más pequeños?
No. Así de contundente es mi respuesta. Muchas veces por desconocimiento, otras ocasiones por banalización de estas problemáticas o por no saber dónde acudir a formarse, informarse y solicitar formación. Incluso, me atrevería a decir que no solo no hacen lo suficiente sino que, en ocasiones, lo que hacen es completamente perjudicial, sobre todo a través del ejemplo.
Conductas como el Phubbing (atender primero al dispositivo que a la persona que tienes al lado), que es una conducta clara de mala educación, se ha normalizado entre los menores que la ven como algo habitual, cotidiano y tolerable.
Otro ejemplo es el de subir las fotos propias a Internet. Cuando a estas alturas intentamos educar en privacidad en la Red y les aconsejamos que no suban fotos propias, por múltiples razones, no tenemos nada que hacer cuando nos llevan viendo a los adultos hacerlo a diario a nuestras redes sociales. Incluso fotos de los propios menores desde que son bien pequeños. ¿Con qué autoridad les vamos a aconsejar al respecto? Nos hemos desacreditado dándoles un ejemplo diario nefasto en múltiples conductas.
¿Qué medida tienen los progenitores, y los colegios, para atajarlo?
La educación digital es la única herramienta preventiva eficaz. Ésta, tiene varios puntos necesarios para practicarla adecuadamente. Debe:
- Ser diaria.
- Inculcarse la netiqueta (uso de las TIC bajo normas de buena educación y conducta).
- Realizarse una comunicación fluida, constante y eficaz.
- Buscar alternativas de ocio válidas, sanas y atractivas fuera de las TIC.
- Establecer normas, límites, horarios, situaciones, edades legales y recomendadas.
- Tener un ejemplo de uso que siga todas estas pautas y que se base en el sentido común.
- Aprender a usarlas en compañía de los adultos y no sólo ser autodidactas.
- Mostrarles la importancia de la privacidad y el peligro de subir a la Red información privada y sensible.
- Enseñarles a proteger los dispositivos con acceso a la Red.
- Darles a conocer las consecuencias del uso irresponsable de las TIC.
¿Se están aplicando, hoy en día, estás medidas?
Hay muchos centros educativos que hacen muy buena labor en este sentido pero la inmensa mayoría no cuentan con docentes formados en este ámbito ni protocolos de actuación.
Algunas de ellas sí. En los hogares e instituciones educativas se comienzan a marcar normas de uso de las TIC aunque queda mucho por hacer. El principal problema es que deberían aplicarse todos esos puntos para tener ciertas garantías de protección de los menores ante los riesgos que corren. La cuestión es que, en el mejor de los casos, se cumplen algunas pero casi nunca todas, con lo que les exponemos y se exponen a dichos peligros.
¿Están preparados los docentes para educar a sus alumnos sobre ello o necesitarían más formación al respecto?
Por desgracia, debo responder que, por lo general, no lo están. Hay casos de docentes y de centros muy proactivos en esta temática, pero son el menor número de casos. Necesitan más formación, más legislación que les ampare para poder actuar (hay comunidades que ya las tienen pero otras no) y que exista una total implicación de los padres para hacer de la comunidad educativa UNA ante esta problemática.
Un consejo para todos los implicados…
Todos los agentes que estamos inmersos en la educación de los menores de alguna forma, debemos estar allí donde están los menores para educarlos. Y los menores hoy en día están masivamente en Internet. ¿A qué esperamos?
Todavía hay muchos padres, madres y docentes que no saben qué es Twitter, Instagram o Musical.ly, ni saben del potencial de Youtube, Scratch, Kahoot y otras herramientas para la propia educación académica. Mientras no nos sumerjamos de lleno en la Red como han hecho ellos, no podremos entender cómo funciona, cuáles son sus peligros y qué debemos hacer para protegerlos.