“Enseñar el liderazgo femenino en la educación es un espejo para que muchas vidas anónimas encuentren su reflejo”

Ana María Farré es la presidenta de ‘Mujeres líderes en la educación’, una asociación que subraya el papel de la mujer en el ámbito educativo y sus aportaciones a la innovación educativa actual.
Ana Maria Farré

Tras escribir el libro ‘Mujeres Líderes en la educación del s.XXI’, en el que daba voz a 22 mujeres que están liderando el cambio educativo en España, Ana María Farré quiso dar un paso más en la visibilización de la mujer en el sector. Puso en marcha una asociación que tiene como objetivo dar a conocer las iniciativas realizadas por mujeres y sus trabajos más innovadores. Se trata de un proyecto pionero en España que busca abrir horizontes y compartir buenas prácticas entre todas las mujeres que forman parte de la educación actual.

Pregunta: ¿Cuándo nace ‘Mujeres líderes en la educación’ y cuál es su objetivo principal?

Respuesta: La mujer, como generadora y guardiana de vida, ha sido y es a lo largo de la historia la gran educadora como madre, maestra o directora de proyectos educativos, pero la gran mayoría ha permanecido en el anonimato. Muchas mujeres han sido pioneras a lo largo de la historia en innovación educativa y este siglo no está siendo una excepción. En mi libro ‘Mujeres Líderes en la educación del s.XXI’ (Editorial Brief) doy voz a 22 mujeres que están liderando la educación en España, y desde nuestro país al mundo, a través de distintos ámbitos. 

Este es el germen de ‘Mujeres líderes en la educación (MLE)’, una asociación sin ánimo de lucro, de ámbito nacional y con proyección internacional, que tiene como objetivo empoderar el papel de la mujer en el cambio de paradigma educativo del siglo XXI. MLE se pone en marcha para visibilizar la personalidad y el trabajo de muchas mujeres educadoras que son verdaderas líderes mundiales del cambio educativo. Da voz a mujeres acreditadas, profesionales con una alta cualificación y un infatigable y generoso trabajo. Tanto es así que no tienen tiempo para invertir en acciones de visibilidad. Por ello, todas merecen que se les ponga un gran altavoz que amplifique su mensaje. Ellas no sólo inspiran; su liderazgo está más que consolidado pero las animamos a perder el miedo a brillar y a compartir sus proyectos. 

También creemos mucho en la fuerza de la red, en la necesidad de compartir para generar ese cambio en la educación. A través de MLE se está formando una red muy potente de profesionales del mundo de la educación, para compartir inquietudes y buenas prácticas de innovación educativa. Hay muchas asociaciones de mujeres empresarias, directivas, etc, pero somos la primera que aúna a la mujer en el ámbito educativo. Tenemos ganas de cambio en la educación y mucha necesidad de compartir, de crear foros de inspiración y de sumar recursos e inquietudes y había que cubrir esa necesidad. 

P: ¿Cómo se puede formar parte de esta asociación?

R: Puede unirse cualquier mujer profesional vinculada de alguna manera al ámbito de la educación. Nosotras entendemos la educación en sentido amplio, no solo de aula. Una de nuestras señas de identidad es la diversidad de socias y eso genera un networking muy enriquecedor. También existe la figura de socio colaborador y ahí pueden formar parte instituciones, empresas y hombres que quieran sumarse de alguna manera al proyecto. No somos excluyentes, apoyamos los equipos mixtos ya que creemos en la fuerza del liderazgo compartido. 

«A través de MLE se está formando una red muy potente de profesionales del mundo de la educación, para compartir inquietudes y buenas prácticas de innovación educativa»

P: ¿Cuáles son las principales actividades que realizáis?

R: Realizamos numerosas acciones de comunicación como una newsletter mensual, donde cada mes visibilizamos proyectos de innovación educativa dirigidos por socias y amigas de MLE; entrevistas a expertas en formato online; publicamos posts de expertas sobre temas educativos; y organizamos encuentros online y presenciales en distintas ciudades de España con dinámicas que faciliten un networking de calidad. A través de todo ello prestigiamos y cuidamos a la mujer profesional de la educación. En el caso de los eventos, organizamos encuentros con el patrocinio de distintas entidades donde ponemos en valor el liderazgo femenino en la educación y la sostenibilidad, la IA, la salud mental del docente, etc. Igualmente, facilitamos la presencia de nuestras socias en distintos foros educativos para que haya siempre esta equidad. Somos una asociación muy activa y estamos continuamente creando foros de inspiración y debate sobre innovación educativa.

Ana María Farré

P: ¿Qué implica para la educación un proyecto de este tipo? ¿Y para la innovación educativa?

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R: Creo que es una gran iniciativa que hacía falta en España. En un momento de cambio como el que estamos viviendo se necesita ‘mirar fuera de la caja’, abrir horizontes y compartir buenas prácticas. Lo cierto es que había muchas ganas y prueba de ello es el crecimiento exponencial que estamos teniendo. Es una excelente oportunidad para visibilizar el liderazgo que están protagonizando muchas mujeres profesionales del ámbito educativo, que la sociedad reconozca el encomiable trabajo que están realizando en el campo de la educación, y mostrar cómo el mundo es mejor gracias a personas como ellas. Enseñar el ejemplo de mujeres que están construyendo la sociedad del futuro cuando ellas no buscan ser noticia ni arrancar titulares. En definitiva, poner el altavoz a estas profesionales es llenar el mundo de talento, desarrollo y cultura.

“Es indudable que la educación es un campo profesional con mayoría femenina y, sin embargo, un sinfín de instituciones educativas son gobernadas por hombres”

P: ¿Qué se puede hacer desde la educación para transformar la sociedad actual patriarcal?

R: Es importante mostrar modelos de mujeres profesionales de la educación, referentes, que están cambiando el ritmo de la educación y que inspiren a las nuevas generaciones. Necesitamos más mujeres en las que identificarnos, con las que podamos construir nuestra identidad tanto hombres como mujeres. Y es que enseñar ese liderazgo femenino en la educación es también un espejo para que muchas otras vidas anónimas encuentren su reflejo. Para conseguir la igualdad hace falta un cambio cultural y para ello es fundamental inculcarla desde la infancia y dentro de la propia familia y de la escuela. De este modo, los educadores tenemos una gran responsabilidad en los mensajes que damos y en los comportamientos que mostramos; de nosotros depende que las nuevas generaciones vivan en igualdad real de oportunidades y, por supuesto, en valor y dignidad.

P: ¿Qué hay que cambiar para que haya más mujeres líderes (tanto en la educación como en otros sectores)?

R: Es indudable que el ámbito de la educación es un campo profesional con una mayoría femenina y, sin embargo, observamos como congresos, eventos, administraciones, equipos de dirección, consejerías de Educación, gobiernos y un sinfín de instituciones educativas son gobernadas por hombres. Creo que si queremos que desde la educación se promueva esa igualdad y justicia en la sociedad conviene impulsar que la mujer ocupe puestos de dirección, que esté donde se toman decisiones, que aporte su manera de hacer, de mirar y solucionar problemas. Fomentar ese liderazgo femenino genuino y auténtico. Estoy convencida de que la mujer aporta su genio femenino, el amor a lo concreto sin grandilocuencias, la intuición y empatía para la escucha activa. También suma en practicidad, en la capacidad de gestión multitarea y organizativa, la sensibilidad hacia lo aparentemente poco importante, la flexibilidad, la destreza para liderar equipos y la visión conciliadora. ¿Vamos a perdernos esa riqueza en nuestras organizaciones o la potenciamos? Por ello, apuesto por un liderazgo compartido. La diversidad y la inclusión enriquecen, se complementan y generan valor.

P: ¿Qué le dirías a la Ana María del pasado, la niña, en relación a su futuro?

R: Le diría que no pierda la capacidad de soñar y de soñar en grande, que tenga metas y acometa retos sin miedo, sin escuchar voces agoreras, conformistas, sabiendo que los imposibles se hacen realidad si damos importancia a lo poco en el día a día. Que trabaje con constancia, que “la suerte le pille trabajando” y que pierda el miedo a equivocarse porque los errores forman parte del aprendizaje de la vida. Que la innovación esté siempre presente en su vida y para ello que siga potenciando su creatividad de niña. Y, por último, que sepa rodearse siempre de ‘buenos compañeros de viaje’, porque solo una llega rápido a la meta, ¡pero acompañada llega más lejos!

1 comentario
  • Hola!!!! Me encanta! Me gustaría participar, Educadora, mentora con amplia trayectoria por elección. Hoy, jubilada sigo estudiando y bregando por mi vocación. Me gustaría relacionarme. Espero vuelta de correo.
    Soy de Argentina!
    Un saludo
    Norma

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