Alex Puig: "Blockchain aporta a la educación transparencia y seguridad"
Este consultor y emprendedor tecnológico nos desvela las ventajas de aplicar la tecnología blockchain en la educación.

Este consultor y emprendedor tecnológico nos desvela las ventajas de aplicar la tecnología blockchain en la educación.
Fundador de la empresa Caelum Labs y CEO de Alastria, la primera red de ámbito nacional dedicada al blockchain, el nombre de Alex Puig está ligado de manera muy estrecha a esta tecnología: conocida también como cadena de bloques, aplicada al ámbito de la educación afecta a la gestión actual de muchos procesos internos y evitará, además, fraudes como el cambio de notas o el plagio.
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Las monedas virtuales son quizá el caso de uso más conocido y comentado al hablar de blockchain, aunque su alcance social es mucho más profundo. Al final, se trata de un protocolo que explica cómo agrupar datos en bloques dentro de una plataforma descentralizada y es en este punto donde reside su magia.
Un docente quizás no necesita entender esta tecnología en sí misma, así como no es necesario que sepa que son los protocolos TCP/IP para utilizar internet. Lo que debería interiorizar es el cambio de paradigma de centralizado a descentralizado y cómo esto puede afectar a la educación.
En mi opinión, nos encontramos antes el nuevo Internet y esto facilitará un grado de colaboración como no hemos tenido hasta ahora. Hemos pasado del Internet de la comunicación al del valor, entendiendo este valor tanto desde un punto financiero como educativo: intercambio de conocimiento, certificación de títulos, reputación…
De entrada, transparencia y seguridad. Gracias a ella sería muy fácil crear un ‘wallet’ para cada estudiante, que le serviría para certificar su conocimiento (grados, cursos, títulos, publicaciones, doctorados…).
La tecnología blockchain ayuda a certificar cualquier conocimiento: grados, cursos, títulos, publicaciones doctorado...
Actualmente, son las instituciones quienes tienen esta información, pero en un modelo descentralizado los alumnos serían quienes acumularían su currículum académico y tendrían el poder de compartirlo completa o parcialmente con quienes quieran. Podrían, incluso, demostrar que son universitarios sin siquiera especificar su carrera o el año de titulación. Asimismo, sería más fácil ‘tokenizar’ (representar un valor a través de blockchain) los créditos de los estudiantes y facilitar la colaboración entre ellos. Imaginad cursar una carrera tomando clases concretas en distintas universidades pero pudiendo priorizar aquellas asignaturas y profesores que mejor se ajusten a nuestro perfil.
Como ya he comentado son muchas, aunque siempre relacionadas con la identidad digital del estudiante y el profesor: títulos, notas, certificaciones, créditos, publicaciones, charlas, asistencia a clases…
Blockchain es sólo una tecnología y como tal facilita ciertas tareas de colaboración, pero no es suficiente. Desde mi experiencia, es más difícil poner de acuerdo a personas e instituciones en el standard a seguir que desarrollar el proyecto una vez esté cerrado. La llegada de la tecnología ha sido muy positiva, pero ahora necesitamos voluntad política en las direcciones de las universidades para colaborar en un proyecto común de certificaciones.
Bitcoin nació en 2009 y a día de hoy sigue siendo relevante. El número de empresas que lo utiliza sigue creciendo y está ganando una gran aceptación entre los distintos gobiernos del mundo. Está aquí para quedarse.
En el caso de las instituciones, más transparencia y eficiencia en sus procesos burocráticos. También menos barreras de entrada a la educación y más colaboración entre universidades. Mientras, en lo referente a los docentes, blockchain facilitará mejores herramientas para el seguimiento personalizado del alumno, más reconocimiento (certificado) de su labor y menos burocracia, lo que también mejorará la calidad de la educación. Finalmente, y en el caso del alumnado, control sobre sus propios datos y currículo. Y lo más importante: libertad para crear recorridos educativos más flexibles.
Blockchain facilitará mejores herramientas para el seguimiento personalizado del alumno y menos burocracia, lo que también mejorará la calidad de la educación
Existen diferentes como Tutellus, una plataforma de educación online en la que profesores y alumnos colaboran y donde se proporcionan diferentes servicios. Por su parte, otras iniciativas de comunidades educativas online como Kauri han desarrollado sus plataforma sobre blockchain y otras tecnologías descentralizadas como IPFS. También se han lanzado iniciativas como Blockcert: pretende convertirse en un estándar abierto impulsado por el MIT Media Lab para crear, emitir, ver y verificar certificados sobre blockchain y que pueden ser utilizados tanto en centros educativos como en universidades.