Con el objetivo de analizar el potencial de la IA, sus retos y dificultades, el pasado 9 de mayo se celebró el X Encuentro EDUCACIÓN 3.0: ‘Inteligencia Artificial en la educación: beneficios y desafíos’. Emitido en directo a través de YouTube (donde se encuentra disponible), contó con la participación de Lidia Pitzalis, responsable Corporativa de Transformación Digital de Edelvives; Jorge Calvo, profesor y director de Tecnología en el Colegio Europeo de Madrid; María del Mar Sánchez Vera, miembro del Grupo de investigación de Tecnología Educativa y profesora de la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia; Judit Ruiz Lázaro, doctora en Educación y directora del Máster Universitario en Innovación Educativa en la Universidad Europea y Carles Sierra, director del Institut d’Investigació en Intel·ligència Artificial (IIIA-CSIC) y presidente de la European Association of Artificial Intelligence (EurAI). El debate estuvo moderado por Francisco Javier Palazón, director de EDUCACIÓN 3.0.
Potencial transformador
La primera cuestión a la que respondieron los expertos fue sobre si esta tecnología tiene el suficiente potencial para transformar el sistema educativo tal y como se conoce actualmente. Todos ellos estuvieron de acuerdo, aunque con ciertos matices.
Lidia Pitzalis (Edelvives): “La revolución ya ha empezado. Podemos mirar hacia otro lado o participar de las normas, éticas y funcionamiento que todos podemos aplicar como sector educativo. En Edelvives estamos incorporando la IA sin prisa y sin pausa, pero sin miedo. Siempre han existido páginas web como ‘El rincón del vago’ o herramientas como las calculadoras… El quid de la cuestión es cómo la usamos”.
María del Mar Sánchez (Universidad de Murcia): “Comparo la irrupción de la IA con la época de los blogs y de las wikis, en las que podíamos tener un papel activo e innovador. También es cierto que el modelo educativo tradicional sigue existiendo y aunque la tecnología pueda propiciar un cambio va a depender mucho de la cultura escolar, del apoyo que tengan los docentes y de la capacidad didáctica que se tenga para integrar todos estos recursos”.
Jorge Calvo (Colegio Europeo de Madrid): “Sí, pero no completamente. El problema de la IA es que atenta contra nuestras capacidades cognitivas. Nos hace más pequeños porque cada vez hace más cosas de las que solo pensábamos que éramos capaces los humanos. Nos estamos quedando en ese miedo contra una tecnología con la que tenemos que convivir. Por ello, tenemos que explicarla para reflexionar sobre ella”.
Judit Lázaro (Universidad Europea): “Tiene un gran potencial porque te da millones de respuestas en distintos formatos. Por lo tanto, estamos ante una herramienta que ya ha transformado la forma de aprender del alumnado y el proceso de enseñanza. No es una moda pasajera y como docentes tenemos que sacarle el máximo partido entendiendo que es una tecnología que está a nuestra disposición”.
Carles Sierra (IIIA-CSIC): “Hay muchas áreas en las que es importante. Una es el aprendizaje personalizado. Otro elemento es el acceso a la educación, no desde el punto geográfico sino económico. Otro es corregir exámenes de manera automática (proporciona un feedback de manera rápida), pero también hay que tener en cuenta que con Ley Europea de Regulación de la Inteligencia Artificial que estará lista a finales de este año, va a tener una regulación específica. El uso de la IA según para qué va a tener consecuencias, no obstante, tiene que utilizarse en el aula y los docentes tienen que formarse”.
Principales usos
Precisamente, la siguiente cuestión estuvo relacionada con los usos y aplicaciones ideales que puede tener la IA Generativa en el aula. Aunque se habló de una larga lista, todos coincidieron en la importancia de la formación de los docentes y estudiantes para utilizarla de forma correcta y en la importancia de aplicarla en un entorno seguro y responsable.
Lidia Pitzalis: “La aplicación tiene que ofrecerse en un entorno seguro y preparado para ello. El estudiante, hasta que no tenga la capacidad crítica necesaria, no puede dialogar solo con una máquina. Para ello, en Edelvives hemos creado dos tutores inteligentes: uno para el estudiante y otro para el docente. En el caso del estudiante y dentro del contexto del libro, el asistente puede hacer tres cosas: parafrasear un conocimiento que el estudiante no ha entendido (lo adapta a su nivel de conocimiento); pone a prueba el conocimiento del alumnado como si fuera un compañero virtual y satisface su curiosidad con preguntas que se pueden hacer a la máquina. El profesor, por su parte, recibe un mapa de calor de todo lo que ha preguntado el estudiante, lo que le sirve para explicar mejor ciertos contenidos que quizá no se han entendido bien. También puede pedir ideas al asistente con comandos predeterminados y filtrados”.
Jorge Calvo: “A la IA no se le pueden poner puertas. Ya viene sesgada por la cantidad de información y datos por los que está creada. Por ello, hay una parte de la misma que hay que explicar al alumnado. Hay que enseñar con IA, pero también hay que enseñarla en las aulas. Todas las aplicaciones que puede tener dentro de un escenario para aprovechar su potencial está bien, pero en cuanto a un uso responsable, nosotros somos los primeros que tenemos que serlo, y lo somos cuando conocemos a lo que nos estamos enfrentando para ser críticos y reflexivos con ella”.
María del Mar Sánchez: “Para su aplicación ideal hay una doble perspectiva: la alfabetización digital del uso de las herramientas tecnológicas, por un lado, y la oportunidad para centrarse más en los procesos y no tanto en los productos, por otro lado. Hay que transformar los procesos y construir las tareas de otra manera utilizando estas herramientas en clase. De esa forma ya la estaríamos aplicando de forma ideal. Por supuesto, también hay que tener en cuenta la formación del profesorado”.
Carles Sierra: “La aplicación responsable se tiene que fundamentar en principios éticos. Pasa por la transparencia (hay que saber cómo se han producido estos sistemas); tienen que ser explicables (hay que saber por qué es así) siempre en colaboración con los docentes; tiene que ser equitativa, que incluya a todo el mundo, y tiene que respetar la privacidad y los datos. Los docentes tienen que seguir explicando y enseñando y fomentando el pensamiento crítico, además de ser evaluadores de estas tecnologías en las aulas. Los sistemas generativos no buscan la verdad de las cosas, sino que buscan ser creíbles desde la perspectiva de un ser humano. El espíritu crítico es todavía más importante que antes en presencia de estas herramientas”.
Judit Lázaro: “La IA trabaja con una gran cantidad de datos y aunque esté sesgada, tiene sus beneficios en el uso. Una aplicación útil para la comunidad educativa puede ser hacer uso de esos datos para adaptar la enseñanza al Diseño Universal de Aprendizaje (DUA) ya que permitiría adaptar el contenido, el formato de percepción, de producción, de habilidades de cada estudiante… pero siempre teniendo en cuenta los principios éticos y responsables para asegurar la privacidad y la seguridad de los estudiantes”.
Beneficios
El debate continuó con los beneficios que la Inteligencia Artificial, y en concreto la generativa, puede tener en la educación. Proporcionar tiempo de calidad a los docentes para poder hacer otras tareas o el campo predictivo que ofrecen estas herramientas para ayudar a tomar decisiones objetivas fueron algunas de las propuestas apuntadas por los participantes.
Lidia Pitzalis: “Los beneficios son muchos y los docentes no tienen tiempo por lo que muchas tareas administrativas se pueden delegar a la IA, siempre con supervisión. Como anécdota, el otro día vi un vídeo de un conocido docente en el que comprobaba como ChatGPT evaluaba una tarea cogiendo tres ensayos. Primero pidió que valorase los tres y luego utilizó una rúbrica para que hiciera un análisis más profundo. Fue tan eficaz que le hizo reflexionar lo siguiente: quería tener más tiempo para darle el mismo feedback que le había dado la propia inteligencia artificial”.
Carles Sierra: “Proporciona tiempo de calidad a los docentes porque la retroalimentación inmediata funciona muy bien en los procesos de enseñanza. También hay otros usos como el aprendizaje adaptativo, el apoyo al docente, la generación de exámenes o de contenidos adaptados a una edad determinada o niveles educativos…”
Jorge Calvo: “El campo predictivo puede ayudar a los docentes a tomar decisiones objetivas de los estudiantes aunque todavía hay que trabajarlo mucho en el ámbito educativo. Otro beneficio es enseñar IA en el aula, explicarla a los estudiantes como materia porque hace años ni nos lo planteábamos”.
María del Mar Sánchez: “Yo recomendaría seguir a docentes en activo, pioneros en el uso de esta herramienta para ver ejemplos y sus beneficios. Es una herramienta que se une a la caja de herramientas de los docentes”.
Retos
Son muchos los desafíos a los que se enfrenta la educación con el uso de estas herramientas. Los participantes enumeraron algunos de ellos teniendo en cuenta la brecha digital o el mantenimiento del espíritu crítico tanto de docentes como de estudiantes.
Judit Lázaro: “Los retos se encuentran en la actualización de la formación del profesorado. Hasta que los docentes no se formen y conozcan la tecnología no se puede saber cómo sacarle el máximo partido. Cuando nació Internet nos fiábamos de cualquier pagina porque estaba en la web, por eso también es muy importante la alfabetización digital”.
María del Mar Sánchez: “La tecnología tiene muchos riesgos. Hay que ver a qué edad se incorpora y de qué forma. El uso de datos es uno de los retos fundamentales (donde van y qué se hacen con ellos), pero para mí el reto fundamental es la brecha digital. A mí me preocupa que estas herramientas dejen a gente atrás, sobre todo a estudiantes en momentos críticos de su educación”.
Lidia Pitzalis: “El principal reto es no utilizar una tecnología de una forma que no tenga sentido. ¿Por qué juzgamos la tecnología actual con la mentalidad de antes? También otro de los retos es usarla conjuntamente en el aula, tan solo cuando tenga sentido, en un entorno seguro y con espíritu crítico a través de la formación. Para ello, hay que seguir ejemplos de otros docentes, conocer la herramienta, formarse y contribuir al debate que se genera en el sector educativo. Si solo pensamos que sirve para copiar nos estamos poniendo de espaldas a este tipo de tecnología”.
Carles Sierra: “Los docentes tienen que gestionar la dependencia tecnológica de los estudiantes. Hay que fomentarles la creatividad y el trabajo colaborativo. También necesitamos proporcionar interacción humana porque es fundamental. Por otro lado, hay que mejorar las competencias digitales del profesorado”.
El futuro de la IA
Para finalizar, el director de EDUCACIÓN 3.0 pidió a los participantes que realizasen una predicción sobre el futuro de la IA en el ámbito educativo. Todos estuvieron de acuerdo en su gran protagonismo, aunque sin olvidar la importancia de elementos como la formación y la alfabetización de toda la comunidad educativa.
Lidia Pitzalis: “Hay que tener en cuenta la brecha digital, la formación y la importancia de enseñar estas herramientas de forma crítica por parte de toda la comunidad educativa, es decir, hay que llevar a cabo un acompañamiento por parte de las familias y los docentes”.
Judit Lázaro: “La IA que, aunque la podemos considerar como nuestro enemigo, necesita el rol humano para evolucionar y como docentes tenemos que entenderla para imaginar (o reimaginar) la educación del futuro. Por eso mismo, hay que incorporarla en el aula y en la enseñanza”.
María del Mar Sánchez: “IA sí, pero sin dejar a nadie atrás. Esta revolución tecnológica global puede ser una oportunidad para, incluso, volver a lo local porque las asociaciones de padres y madres y los ayuntamientos tienen un gran potencial a través de la creación de talleres en torno al desarrollo de la ciudadanía”.
Jorge Calvo: “IA sí, pero no a cualquier precio. Como reto global que hay que plantear es que hay que pasar del desafío a la convivencia con la herramienta. No se puede estar peleando con una IA porque es una guerra que tenemos perdida. En el futuro los estudiantes la van a tener al lado para todo”.
Carles Sierra: “IA sí aunque las familias tienen que alfabetizarse también. No tenemos que tener fatalidad con relación a la tecnología. Hay que hacer las leyes adecuadas para preservar nuestros trabajos y la calidad de nuestras vidas. No hay que tenerle miedo, tiene que ser beneficioso para todos y no para unos cuantos”.