Uno de los grandes temores de los padres viajeros es plantearse un viaje largo con sus pequeños. Y no por lo que pueda ocurrir en el destino, ya que los niños suelen ser los que más partido sacan a las vacaciones; si no por el vuelo. Y es que, cuando han pasado las primeras dos o tres horas en el avión, comienzan a aburrirse, impacientarse y querer levantarse, pudiendo molestar al resto de viajeros. Es por eso que comprar, por ejemplo, unos vuelos a Medellín, o a cualquier lugar de Asia, África o, incluso, al Caribe, puede llegar a parecer algo tedioso si lo haces con niños.
Pero es importante comenzar a romper esos tabúes y así permitir que los más pequeños sean capaces, desde temprana edad, de conocer otros países, otras gentes y otras culturas; algo que puede ser muy beneficioso para la consolidación de su personalidad. Y para ello, es posible empezar implantando una serie de cambios y estrategias durante los vuelos largos con niños que ayudarán a que ellos estén tranquilos y a que los padres disfruten del viaje.
Tips a tener en cuenta si vuelas con niños
En primer lugar, hay una serie de aspectos que es imprescindible tener en consideración a la hora de emprender un viaje largo con niños. Estos se pueden dividir en tres grandes grupos:
Antes del viaje
La aventura empieza cuando se está empezando a organizar el viaje. En este momento, los factores a tener en cuenta son:
- Se recomienda escoger un vuelo sin escalas, ya que aunque igualmente se trate de un viaje de varias horas, de este modo se podrá reducir el tiempo total y se evitarán las esperas en varios aeropuertos.
- La hora del viaje no siempre depende de los viajeros, pero en caso de poder elegir, una gran alternativa suelen ser los vuelos nocturnos, sobre todo si los niños duermen bien, ya que permitirá que descansen durante el mismo y ayudará a que no se den cuenta de la cantidad de horas que pasan dentro del avión.
- Se aconseja también tener todo preparado antes de llegar al aeropuerto, es decir, haber realizado el check-in con antelación. También es imprescindible llevar toda la documentación a mano.
- Además, en este tipo de viajes se recomienda realizar una selección previa de los asientos, para garantizar que los niños viajan con al menos uno de sus progenitores.
- Lleva la menor cantidad de equipaje de mano posible, sobre todo si los menores son muy pequeños y pueden necesitar que los lleves en brazos en algún momento.
- Prepara a los niños y cuéntales cómo va a ser la experiencia. Esto hará que estén ilusionados, que quiten sus miedos y que vayan sabiendo lo que se van a encontrar.
- Vísteles con ropa cómoda para el viaje, preferiblemente un chándal y calzado deportivo. Debes tener en cuenta también cuáles son las condiciones climáticas del lugar que vais a visitar, para estar preparados para vuestra llegada al destino.
En el aeropuerto
Ha llegado el gran día, ¿y ahora qué? El momento del aeropuerto es, para muchos viajeros, el más delicado de cualquier viaje:
- Es importante acudir con bastante tiempo al aeropuerto, algo más que si se viaja solo. Y no solo porque varias personas deben pasar por el control, sino porque con niños siempre puede surgir algún contratiempo, suelen caminar más despacio o pueden necesitar ir al baño en el momento menos esperado.
- Lleva una botella de agua vacía, ya que podrás llenarla en alguna de las fuentes del aeropuerto siempre que sea necesario.
- Si tu pequeño es aún un bebé, debes saber que los aeropuertos cuentan con carritos de préstamo. En caso de que sean más mayores, puedes optar por el clásico carrito de las maletas y, en caso de que se canse, llevarlo con mucho cuidado allí sentado.
En el avión
Por último, el momento clave de cualquier viaje largo con niños es el vuelo. Una vez a bordo, hay otros aspectos que debemos tener en cuenta para garantizar que todo va sobre ruedas.
- En primer lugar, la comodidad es básica. Ya hemos tenido esto en cuenta a la hora de vestirles, pero ahora es posible aumentar la comodidad descalzándoles una vez se han sentado. En cuanto al cinturón, se recomienda que lo lleven siempre abrochado por si acaso.
- En función de la duración del viaje y del horario, puedes establecer una serie de actividades a realizar. Si es por la noche, aprovecha para que duerman un poco cuando se apagan las luces. Pero debes tener en cuenta también los horarios de las comidas.
- Lleva siempre algo que ayude a que se distraigan y se diviertan, pero que no moleste a los demás viajeros. Un cuento o juguetes pequeños siempre son una buena opción.
- Es importante la hidratación, además de tener en cuenta cuál es el menú del avión. También se aconseja llevar algún snack por si fuese necesario.
- Despierta a tu pequeño si se ha dormido con la antelación necesaria para estar listos para la llegada. Se aconseja darles algo para masticar y evitar así que se taponen sus oídos en el aterrizaje.