Como parte del proceso de innovación educativa, en el colegio Los Salesianos de Horta (Barcelona) han adaptado las aulas con más de 20 monitores interactivos Traulux de 86 pulgadas, una barra de videoconferencia Poly Studio USB y un mini ordenador de tamaño compacto Chromebox. El equipamiento ha sido suministrado por Charmex y su partner tecnológico Vistalegre Solutions.
“Tuvimos muy claro que nuestro centro debía hacer frente con garantías a los nuevos retos educativos. Por ese motivo, se decidió hacer una inversión en equipos de videoconferencia y monitores interactivos, para así adaptar el sueño de nuestro fundador San Juan Bosco al siglo XXI”, comenta la docente de Secundaria Gemma Pano.
Videoconferencias en clase
Para clases remotas o semipresenciales, la cámara de videoconferencia Poly Studio USB capta el sonido sin necesidad de usar micrófonos personales tipo solapa y recoge perfectamente la voz del profesor a unos cuatro a cinco metros, además de eliminar los ruidos de fondo.
Asimismo, la barra de videoconferencia Poly Studio incluye la tecnología de seguimiento automático, que es capaz de enfocar al docente aunque éste se vaya desplazando por el aula. Los altavoces, por otra parte, garantizan escuchar a los alumnos que están conectados desde casa.
Pizarra infinita
También se han integrado más de 20 monitores interactivos Traulux de 86 pulgadas, que cuentan con una calidad visual 4K, gran ángulo de visión y brillo. Éstas permiten desarrollar las clases a plena luz del día y sin sombras. En el caso de este centro educativo, para las clases presenciales usan la aplicación de pizarra infinita. “Con sencillos gestos podemos desplazar las anotaciones, cambiarlas de tamaño, duplicarlas o incluso desplazar toda la pizarra, por lo que es perfecta para organizarlo todo. Además, se pueden importar fácilmente imágenes, o recortes, que nos sirvan de apoyo”, explica Pano.
“Con los monitores también podemos preparar el material en PDF, Powerpoint, Word, Excel o incluso usar vídeos. O si lo preferimos, ir a Internet para incluir en la clase cualquier material disponible en las redes”, añade.
Otra ventaja que ofrecen es la posibilidad de guardar los contenidos en un pendrive USB, en la memoria interna o en la nube para retomar la sesión otro día. “Para las clases más dinámicas, se pueden conectar los dispositivos de los alumnos inalámbricamente para compartir su trabajo con el resto de la clase”, asegura la profesora.
Ordenador Chromebox
Otro dispositivo que han incorporado en el aula es un mini ordenador Chromebox, que es una pequeña caja sin pantalla ni teclado, equipada con un procesador Intel Celeron 5205 U y 4 GB de memoria RAM. Este dispositivo, utilizado junto con los monitores interactivos, permite acceder al ecosistema Google Workspace for Education, para desarrollar las clases presenciales y remotas mediante las cuentas de Google. Pano explica cómo lo usan: “Para ello conectamos la cámara y el monitor interactivo a un mini ordenador ChromeBox. En él generamos una videollamada al instante con Meet, hacemos colaborar al alumno desde casa con la pizarra Jam Board y lo gestionamos todo desde nuestro Google Classroom”.
El dispositivo ChromeBox (que cuenta con certificación GMS) también posibilita acceder a Play Store y usar aplicaciones educativas, que hacen que las clases sean más cooperativas y que se pueda aplicar metodologías más competenciales.