Hay muchos motivos por los que un ordenador portátil o de sobremesa empieza a funcionar cada vez más lento: la propia antigüedad del equipo, un disco duro repleto de información, la presencia de demasiados programas en ejecución, que el sistema se haya infectado de virus y malware o que ya no reciba actualizaciones oficiales –con lo que eso implica para su seguridad–. Cuando se llega a este punto en el que el rendimiento del equipo se ve tan afectado, lo habitual es pensar en sustituirlo por otro ordenador más moderno y potente. Sin embargo, este cambio no siempre es posible, especialmente en un entorno como el educativo en el que se precisa de un considerable desembolso económico para sustituir todos los equipos de un centro. Para estos casos, Google ha desarrollado ChromeOS Flex, una versión de su sistema operativo que transforma cualquier ordenador antiguo en un Chromebook.
¿Qué es?
ChromeOS Flex es, al igual que el ChromeOS original, un sistema totalmente basado en la nube: los programas y archivos no se guardan de forma local en el disco duro en el equipo, por lo que se inicia mucho más rápido (aunque sea antiguo), funciona de forma más fluida, se eliminan las actualizaciones del sistema, no hay que instalar ningún programa antivirus… Y aunque es posible trabajar sin conexión, está pensado especialmente para que se mantenga conectado a Internet.
Puede instalarse en la mayor parte de ordenadores Windows, Linux y macOS; de hecho, Google ha publicado una lista con cientos de equipos que funcionan perfectamente con este sistema entre los que se encuentran modelos de hace más de 10 años de fabricantes como Apple, Asus, Acer, HP, Lenovo, Toshiba…
¿Cuáles son sus posibilidades?
Una vez instalado, cada vez que se enciende un ordenador con ChromeOS Flex lo hace directamente como si fuera un Chromebook, aunque originalmente tuviera otro sistema operativo; con la ventaja de no tener que adquirir un nuevo dispositivo, reduciendo los residuos, aumentando la vida útil de los equipos disponibles y reduciendo su consumo energético un 19%.
Con soporte oficial de Google (lo que significa que se garantiza la actualización del equipo y el nivel de seguridad), todo el protagonismo lo tiene Chrome como puerta de acceso a las aplicaciones nativas Google Apps: la suite ofimática Docs, el correo de Gmail, la navegación a través de Google Maps, YouTube… Tampoco falta un gestor de ficheros, un reproductor de medios, controles parentales o la función Near Share, que permite transferir archivos fácilmente con un smartphone o tablet Android.
A todo ello se une la capacidad para evitar ataques de malware gracias al bloqueo de los ejecutables y a la tecnología de entorno aislado, así como unos exhaustivos controles de TI que impiden la pérdida de datos en dispositivos extraviados o robados.
¿Cómo funciona?
ChromeOS Flex se descarga desde la página de ayuda de Google: sólo se necesita un USB de mínimo 8 GB que se utilizará como unidad de instalación. Así, con el ordenador apagado se conecta al equipo y se enciende. Un paso esencial es que arranque desde esta unidad: para ello, mientras se está encendiendo hay que pulsar una tecla repetidamente que varía en función del fabricante. Por ejemplo, en dispositivos Intel o Acer es F2, mientras en los HP es F9 y en los Apple se mantiene pulsada la tecla Opción.
A partir de ahí, solo hay que seguir las instrucciones paso a paso. Es posible instalar ChromeOS Flex de forma permanente sustituyendo el sistema operativo original (lo recomendado, para lo que es esencial haber copiado antes todos los archivos importantes, ya que se borrarán) o ejecutarlo temporalmente mediante este USB para comprobar si funciona correctamente. Por último, se inicia sesión con la cuenta de Google. Todo el proceso está explicado en detalle en la página de soporte de Google, así como la forma de registrar las licencias en caso de tratarse de un centro educativo.
Otros datos de interés
Si el ordenador va a tener uso escolar, es recomendable que sea gestionado por el centro: para ello no basta con el software gratuito; se deberá adquirir una licencia de gestión (Chrome Education Upgrade) disponible a través de su partner Google for Education.
Dicho esto, aunque ChromeOS Flex tome como base ChromeOS, hay algunas diferencias importantes entre ambos. Por ejemplo, no es compatible con las aplicaciones Android ni con Google Play y Google no garantiza que el rendimiento, potencia y fiabilidad sean las mismas que con un Chromebook, pudiendo haber diferencias en la velocidad de inicio, la duración de la batería o el ahorro de energía. A nivel de seguridad, por otro lado, no contienen el chip de seguridad de Google que sí tienen los Chromebooks, por lo que no cuentan con el inicio verificado; tampoco actualizan automáticamente el firmware BIOS ni UEFI; ni todos los dispositivos disponen de un módulo de plataforma de confianza compatible para proteger las claves de cifrado a nivel de hardware.
Especificaciones técnicas
Aunque Google certifica de forma individual los equipos compatibles con ChromeOS Flex, estos son los requisitos mínimos que deben cumplir los dispositivos para poder ejecutar este sistema operativo:
- Arquitectura: dispositivo Intel o AMD x86-64 bits compatible
- RAM: 4 GB
- Almacenamiento interno: 16 GB
- Inicio desde una unidad USB
- BIOS: acceso de administrador completo. Tendrás que iniciar el instalador USB de ChromeOS Flex y realizar algunos ajustes en la BIOS si se produce algún problema.
- Procesador y gráficos: los componentes creados antes del 2010 pueden provocar una mala experiencia.