Si algo nos ha enseñado la pandemia es la necesidad de contar con la tecnología, el espacio y la competencia digital docente necesarias para ofrecer clases presenciales, online e híbridas. En este punto, el aula Reinvent The Classroom (RTCi), creada por HP e Intel e impulsado por Grupo AE, tiene mucho que aportar en el ámbito educativo, facilitando la práctica pedagógica y mejorando el proceso de enseñanza y aprendizaje. RTCi es fruto de un planteamiento estratégico basado en un marco de transformación medible. No es una táctica, sino una estrategia que combina tres pilares relacionados entre sí: espacios, tecnología y pedagogía.
Los espacios con pedagogía ya existen, son las aulas tradicionales que todos conocemos, y las aulas con tecnología también; son esas clases con decenas de dispositivos de sobremesa donde trabajar de manera colaborativa. Sin embargo, éstas impiden la posibilidad de movimiento de los alumnos o del mobiliario y, por ende, el trabajo por grupos. Por otro lado, si hablamos del binomio tecnología-pedagogía sin espacios, estaríamos refiriéndonos al e-learning, un proceso de enseñanza que se puede realizar desde casa, pero que dificulta el trabajo colaborativo. Solo la confluencia de los tres elementos puede conseguir un verdadero cambio en la educación; un aula flexible en la que los estudiantes aprenden combinando teoría y experimentación.
Un aula a medida
El proceso de creación de un aula RTCi es como elaborar un traje a medida, en el que el diseño del espacio, la tecnología y la pedagogía son analizados y consensuados con el centro educativo. Se empieza con el análisis de la infraestructura y del grado de madurez digital del centro, para así crear un proyecto educativo sólido, con metas medibles que se seguirán analizando durante todo el proceso.
El proyecto se aborda desde la estrategia en la ejecución del diseño, la tecnología con sentido pedagógico y un apartado de fundamental importancia: la formación al profesorado. El empuje, pasión y determinación de los docentes son la clave del éxito, por ello, reciben un plan formativo que radica en la práctica y el uso del aula. Además de profundizar en las herramientas necesarias, potenciar la competencia digital y experimentar en el desarrollo y creación de secuencias didácticas, los docentes, solos o en grupo, generan sus propias ‘recetas’ utilizando el aula RTCi con los alumnos.
Alcance internacional
El proyecto RTC, impulsado hace siete años, suma la letra ‘i’ de internacional, ya que cuenta con casi cien aulas operativas en todo el planeta, el 50% de ellas en España, tanto en colegios públicos y concertados, como en FP y en Universidades. De este modo, el único límite del aula es la imaginación. Los alumnos responden a los retos pensando, ideando, diseñando y creando su proyecto, para luego compartir y debatir lo aprendido con el resto de compañeros de clase y del mundo.
Otro elemento distintivo es la comunidad RTCi: un lugar de encuentro donde intercambiar ideas, actividades y proyectos. Se trata de un espacio común en el que construir lazos y conexiones entre centros educativos de diversas etapas, desde Infantil hasta la Universidad. Además de generar comunidad, los centros pueden participar anualmente en los premios RTCi Awards, un lugar de inspiración y networking que permite que toda la comunidad avance aún más rápido.