‘Motores del cambio’ nace como un espacio de debate e intercambio de experiencias educativas innovadoras. Se trata de un punto de encuentro educativo impulsado por EducariaLAB, el laboratorio de innovación educativa de Educaria, en el que sus asistentes pueden conocer hacia dónde se dirige la educación bajo el prisma de la innovación. Asimismo, su objetivo es servir de inspiración a la comunidad educativa y generar un conocimiento compartido.
En el marco de este espacio educativo, se han previsto diversos eventos online que arrancarán el próximo 27 de abril a partir de las 17:30 horas bajo la temática ‘Érase una vez un alumno que se evaluaba’. Este primer encuentro (los interesados pueden inscribirse desde este enlace) estará moderado por Neus Sanmartí, profesora y catedrática emérita de la UAB, reconocida investigadora en evaluación formativa y por su labor divulgativa en escuelas e institutos. Contará con la colaboración de June Anduaga, del equipo de innovación pedagógica de Arizmendi Ikastola; Jaume Montsalvatge, responsable del área de Pedagogía e Innovación de Escola Pia de Catalunya; y Minerva Porcel, directora de Pedagogía e Innovación de Fundació Jesuïtes Educació.
El alumno y su evaluación
Este primer debate virtual surge de la necesidad -dentro de los planteamientos educativos actuales- de dotar a los alumnos de una mayor responsabilidad en la evaluación de su aprendizaje. También de una mayor implicación para decidir en qué, cómo y quién va a evaluar este.
A este respecto, los centros Arizmendi Ikastola basan su modelo pedagógico en la denominada Pedagogía de la Confianza, cuyo principio básico es acompañar al estudiante en todo su proceso educativo para que confíe en sí mismo, en los demás y en su entorno, y así desarrollar todas las capacidades que posee. Entre las opciones metodológicas llevadas a cabo para el desarrollo de su modelo, destacan los procesos de evaluación donde se implica al alumno en la misma a través de tutorías personalizadas, la evaluación 360º y la evaluación formativa. Para Arizmendi Ikastola, que un alumno adquiera el rol evaluador dentro de su propio aprendizaje le ayuda a tener conciencia, empoderarse y a responsabilizarse del mismo.
Por su parte, con la iniciativa pedagógica renovadora 'SUMMEM, aprende y convive', Escola Pia fomenta itinerarios de aprendizaje interdisciplinares, con una estructura de aprendizaje cooperativo, y promueve una flexibilización del currículo, centrado en competencias, en favor de la inclusión y la diversidad en las aulas. A este respecto, su modelo de evaluación está centrado en el conjunto de habilidades y actitudes definidas en su estilo metodológico. Se trata de una evaluación formativa que permite al alumnado ser consciente de los objetivos y estrategias que ya ha hecho suyos pero debe continuar trabajando. Todo ello con el objetivo de garantizar aprendizajes significativos y competenciales como base para conseguir personas libres y autónomas que, de manera crítica, vivan en comunidad y puedan intervenir en la construcción del mundo.
En el caso de Fundació Jesuïtes Educació, su modelo educativo se explica a partir de la integración de ocho dimensiones pedagógicas desde las que se articula el desarrollo de su proyecto Horizonte +: alumnos, familias, educadores, currículum, metodologías, evaluación, organización y espacios. A partir de aquí, y si elalumnado se sitúa como eje de estas ocho dimensiones, la evaluación para su aprendizaje se convierte en un elemento fundamental para su crecimiento integral; se trata de una evaluación continua que contempla la participación del estudiante para implicarlo en la mejora de sus competencias y resultados, con actividades de evaluación que lo lleve a tomar conciencia de los aprendizajes que va adquiriendo para que él mismo regule su proceso de aprendizaje.