¿Quieres que tu centro sea más sostenible? ¡Pon en práctica estas recomendaciones!

Fomentar el reciclaje, incentivar la movilidad a pie o en bici, aumentar los espacios verdes en el patio… Una guía elaborada por docentes recoge estas y otras propuestas para animar a los centros educativos a actuar frente al cambio climático.
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Sequías, desertización, calentamiento de mares y océanos, pérdida de terrenos costeros e insulares, incremento de problemas de salud… Las consecuencias del cambio climático son múltiples y muy importantes tanto para los ecosistemas como para las personas, y los expertos coinciden: para combatirlo es necesario y urgente tomar diferentes medidas desde cualquier ámbito social, incluyendo el centro educativo. 

Docentes preocupados por el medioambiente

Precisamente este es el objetivo de ‘28.000 por el Clima’, una guía desarrollada por el colectivo Teachers for Future Spain que recoge un conjunto de propuestas, orientaciones y líneas de trabajo para que tanto los centros como sus comunidades educativas reflexionen, se conciencien y definan su propio plan de acción frente a la emergencia climática. Estas son sus principales recomendaciones para aumentar la sostenibilidad en los colegios:

Centro Sostenible

Residuos cero

Su propósito es motivar al alumnado para que en sus almuerzos o meriendas no haya residuo o, al menos, haya el mínimo posible. Para ello, se fomenta el uso de envases retornables como fiambreras y cantimploras y el consumo de productos frescos no envasados, como por ejemplo la fruta. También se puede incentivar la recogida selectiva de cartón, papel, tinta, bolígrafos… Y, si se desea dar un paso más, realizar un proyecto de compostera con protocolos para reducir los residuos invisibles. Cada centro escogería la mejor manera de implementarlo según sus características, y a través de estas iniciativas se trabajarían otros aspectos de forma paralela: la alimentación saludable, el despilfarro alimentario, el consumo crítico, el ciclo de la vida de los productos… 

Alimentación y ecocomedores

Se centra en generar un espacio en el que compartir inquietudes, aprendizajes y necesidades para lograr que en los comedores escolares se ofrezca una alimentación sana, equilibrada y variada, basada en procesos productivos respetuosos con el medioambiente y procedente de un sector primario enraizado en el territorio. Otro de sus objetivos es promover cambios legislativos y administrativos que faciliten la introducción de alimentación agroecológica, saludable y de proximidad en los centros escolares, así como de la adecuada gestión de los residuos orgánicos. Asimismo, se trabajaría la mejora en la gestión de residuos mediante la puesta en marcha del compostaje, de manera que los estudiantes participen en el proceso de transformación de residuos orgánicos en abono natural y de alta calidad para el huerto. Otra línea de actuación es reducir el desperdicio alimentario de los comedores escolares con protocolos de prevención que impliquen a toda la comunidad educativa (raciones, planificación, concienciación…).

Movilidad escolar activa y autónoma

El aumento paulatino de los vehículos y el tráfico en pueblos y ciudades ha supuesto un cambio cultural y ha alterado algo tan cotidiano como ir de casa al colegio, por lo que la guía advierte de la necesidad de revisar la orientación de la educación como entrenamiento para la autodefensa y el trato a la infancia como conductores precoces de automóviles. Los centros pueden contribuir organizando junto con el AMPA y los Ayuntamientos ‘colecaminos’, es decir, corredores de acceso al centro libres de coches; incentivando los desplazamientos en bicicleta y reservando un espacio seguro para el aparcamiento de estos vehículos; o realizando diferentes actividades de concienciación durante el curso relacionadas con una movilidad más activa y autónoma. 

Transición energética y consumo crítico

Para reducir el consumo energético y colaborar en la transición ecológica desde los centros educativos, la guía propone un plan de actuación que comienza con un estudio para detectar el gasto en electricidad, gasoil y gas. A continuación, ofrece algunos ejemplos para mejorar la eficiencia: detectar la cantidad y tipo de luminarias, pasando de fluorescentes a LED en caso necesario; vigilar los posibles consumos en stand by (interruptores, cuadros eléctricos…); instalar termostatos en la calefacción o corregir algunos hábitos como dejar ventanas abiertas con la calefacción puesta o salir sin apagar las luces. Otras acciones que pueden ayudar en esta transición es realizar un protocolo de compras ecorresponsables para todo el centro y la reutilización de aguas grises (regado de plantas, limpieza, grifos…) o la recogida de agua de lluvia.  

Naturalización

Jardines verticales, plantaciones, jardines, huertos… Disponer de un espacio verde en el centro contribuye a desarrollar la conciencia ambiental y es una oportunidad para diversificar el aprendizaje, favoreciendo la comprensión de la importancia de la naturaleza, de su conservación y cuidado. También es recomendable poner en marcha estrategias de adaptación y mitigación del cambio climático y mejorar la calidad ambiental del centro educativo, así como incorporar elementos naturales en los juegos y mobiliario en el patio.

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